Por Irma Gallo
“Me gusta mucho crear lo que es el ambiente en el que se va a desarrollar la historia del relato, me gusta mucho crear el personaje e imaginarlo, pero lo que luego ocurre es que exijo, o pido, que el lector participe”, cuenta en entrevista Pilar Adón, escritora, traductora y editora.
Los relatos que componen La vida sumergida son como pequeñas novelas: tienen un amplio desarrollo de personajes y atmósferas y no se limitan sólo a narrar una historia.”Me gustan estos relatos atmosféricos donde, como te digo, el lector tiene que participar”.
Sobre el trabajo de este libro y anteriores, Adón señala “me gusta mucho poner en juego las pasiones humanas […] Son las dependencias interpersonales, la ira, los deseos de venganza, sobre todo los deseos de huida. Los personajes de mis cuentos o de mis novelas siempre están deseando estar en otro sitio, están deseando que les dejen en paz para poder desarrollar las actividades que ellos creen que les van a hacer felices”.
“La labor de traducción, el traductor es un autor también, y tiene la categoría, evidentemente de autor, y cobra adelanto, y cobra royalties, pero es un autor peculiar porque es un autor que no se debe notar en el texto. Es un autor que tiene que pasar absolutamente desapercibido. Se tiene que notar exclusivamente la voz del autor original”, explica respecto a ese otro aspecto en su vida profesional.
La autora que es considerada una de las mejores representantes del género corto, es parte de la delegación de Madrid, invitado de honor, en la FIL Guadalajara.
Fuente: N22