Por Guillermo Robles Ramírez
El viernes pasado fue la toma de protesta como nuevo Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, en donde viene siendo el primer lagunero en llegar a la gubernatura de nuestra entidad.
Seguramente existen muchas expectativas en diferentes sectores de la sociedad coahuilense, pero ya se acabaron los debates, así como las impugnaciones en donde ya es hora de retomar nuevamente la serenidad, seriedad y respeto no solamente a la figura del gobernador sino también las autoridades del Congreso.
Es necesario dejar a un lado el protagonismo, así como el fanatismo y los rencores, porque no va dejar nada bueno para los mismos coahuilenses y a sus partidos tampoco ya que van perdiendo credibilidad.
El show ya se acabó, pues desde un principio ya se sabía quién había ganado de manera legítima, sin embargo, para aquellos que no salieron favorables en las urnas quisieron llevar todo hasta el último recurso legal.
Todos ellos están en su derecho de exigirlo de manera respetuosa y sin tanto espectáculo, ya que este último fue el que predominó en donde se desvivieron en separar a los coahuilenses sobre un derecho legítimo como el haber ganado, así como el derecho legítimo de hacer valer la democracia sin embargo durante el proceso se desvivieron en estar atacando con comentarios y acusaciones falsas, especulativas, pero sobre todo negativas sin fundamento alguno.
Ya se ejerció la democracia en Coahuila, así como también los coahuilenses se convencieron que se hiso valer su voto, aunque para una minoría no haya sido su candidato con el que simpatizaban, pero de algo si pueden estar seguros que al menos pelearon lo que en criterio se considera libre democracia.
Ahora es momento de unir esa parte fraccionada que en sí nunca debió de haber existido sin embargo tanta campaña negativa despertó un sentimiento en contra de los mismos coahuilenses.
El nuevo Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, invitó a todos aquellos que participaron dentro de la contienda electoral a que se sumaran y fueran a su toma de protesta para sumar esfuerzos a un Coahuila mejor.
Sin embargo, el fanatismo y el egoísmo los dominó prefiriendo no asistir, sin embargo, no todos fueron así, y se presentó una minoría mostrando madurez política e interés por contribuir para el crecimiento de los coahuilenses. Vale la pena destacar que entre quienes asistieron al Congreso para la toma de protesta de nuevo Gobernador, estuvo presente y en primera fila entre los presidentes municipales electos, el que va a representar la cabecera municipal de Torreón, Jorge Zermeño Infante que pertenece a la bancada panista y quien en el 2005 fue candidato de su partido a gobernador de Coahuila.
Es momento de sumar y unir nuevamente a ese sector que ilegítimamente fueron víctima de la campaña negra en contra de quienes obtuvieron la mayoría de votos dentro de las urnas.
El Gobernador, el Ingeniero Miguel Ángel Riquelme Solís, no se trata de un político hecho al vapor, o mucho menos de un improvisado, que viene de la Comarca Lagunera siendo característico que los laguneros son gente que han vencido hasta el mismísimo desierto haciendo de ello una zona reconocida no solamente por su crecimiento económico, industrial y comercial, sino su gente se caracteriza por ser personas con principios, perseverancia, y trabajadores. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org