Tegucigalpa, 5 dic (PL) Las tensiones políticas y sociales persisten hoy en Honduras a nueve días de celebradas las elecciones generales, empañadas por irregularidades y denuncias de fraudulencias hechas por la Alianza de Oposición contra la Dictadura.
A la desobediencia civil desde el pasado miércoles y que han dejado una decena de muertos y una cifra indeterminada de heridos, se sumaron la víspera los agentes de la fuerza especial Cobra, Tigres y Antimotines de la Policía al declararse en huelga de brazos.
«Nosotros no somos máquinas ni robot y no estaremos exponiéndonos a que nos maten en las calles y a reprimir al pueblo», dijo uno de agentes insubordinados a periodistas.
Los uniformados sostienen que también son parte del pueblo y tienen familia y por lo tanto no pueden estar matandose entre si.
En tanto, el candidato presidencial de la Alianza, Salvador Nasralla, reiteró que la voluntad popular expresada en las urnas a su favor se defenderá en las calles y exhortó al presidente y aspirante a la reelección, Juan Orlando Hernández, a abandonar el país.
Nasralla denunció que el mandatario orquestó un golpe electoral en complicidad con el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que si bien da como ganador Orlando Hernández con una ventaja de alrededor de un punto sobre su contendiente, aún no lo ha hecho de manera oficial.
«Hay un fraude montado y tenemos que luchar hasta vencerlo. No vamos a dejar que nos roben las elecciones», expresó por su parte el coordinador de la Alianza y expresidente, Manuel Zelaya, en un encuentro con periodistas donde mostró gráficas y actas que exponen las irregularidades presentadas en las elecciones.
Dichas actas al parecer fueron manipuladas por el TSE en favor de Orlando Hernández y afectaron a Nasralla, quien en un principio -con el 60 por ciento del escrutinio- llegó a tener una ventaja de cinco puntos. Ello puso en entredicho la credibilidad del Tribunal dentro y fuera del país, mientras los hondureños se lanzaron a la calle a defender lo que consideran la victoria del candidato opositor, pese a decretarse un toque de queda en el país desde el pasado sábado.