Caracas, 10 dic (PL) Los venezolanos irán a las urnas este domingo 10 de diciembre en las que serían las elecciones 23 en 18 años, todo un récord que habla mucho del sistema democrático participativo y popular imperante en este país.
Hasta ahora esta avalancha de procesos descaracterizó los argumentos opositores de que el gobierno se negaba a llamar a elecciones, argumento usado para presionar el adelanto de los comicios presidenciales que por ley deben ser en diciembre de 2018.
El viaje a las urnas ahora reviste especial importancia pues se elegirán a los funcionarios o alcaldes que son los más cercanos al pueblo si se toma en cuenta que está el presidente de la República, los gobernadores estatales y los alcaldes municipales.
Un analista y crítico del gobierno, José Curiel, ilustra este proceso de la siguiente forma: «No podemos ver la elección de alcaldes como un asunto meramente local. No solo aspiramos del alcalde que tape los huecos de las calles y recoja la basura, sino que defienda nuestra libertad, nuestras familias, nuestras casas, en un momento de creciente turbulencia en el país».
Ciertamente, ambos lados, el chavismo y la oposición tienen un gran reto para lograr la mayoría de los 335 gobiernos a ese nivel, y por lo visto hasta ahora, poco podrá hacer la oposición ante sus rivales que luego de perder la Asamblea Nacional en 2015, mostraron una sólida recuperación de su músculo electoral.
Tanto es así que salió adelante en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente y los comicios regionales donde el Gran Polo de la Patria (GPP) ganó 18 de 23 gobiernos estatales y resta elegir este domingo el gobernador del importante estado de Zulia, perdido por la oposición luego del abandono del elegido por no aceptar jurar ante el órgano del poder soberano.
Las municipales, como señaló el crítico del gobierno, son importantes, porque permitirán un mayor acercamiento con el pueblo y sus demandas, y facilitarán el proceso de retroalimentación para desarrollar políticas.
Si el gobierno barre este domingo, eso despejará en parte el camino hacia las elecciones presidenciales, oficialmente previstas para el próximo diciembre pero ya se habla de que pueden ser adelantadas para marzo o tal vez abril.
Hasta ahora las campañas, municipio por municipio, evidencian un fuerte empuje de los rojos del chavismo, que adelanta programas según las necesidades de cada zona.
Por ejemplo, el candidato revolucionario a la Alcaldía de Maracaibo, en el estado de Zulia, Willy Casanova, propuso este martes devolverle a los habitantes de esta región su derecho a una ciudad limpia, iluminada, segura y a trabajar de manera mancomunada en un solo gobierno.
Así en esa línea se manifiestan la mayoría de los aspirantes a las butacas municipales aunque por el lado opositor, su fragmentación y la búsqueda de protagonismo de algunos políticos, hace cada vez más difícil que obtengan un resultado favorable.
Por el lado opositor poco se escucha en cuanto a proyectos y promesas para ayudar al pueblo, lo que lleva a algunos a pensar en el refrán popular, el que no quiere caldo (la oposición), tres tazas (las tres victorias electorales este año del chavismo).(Tomado de Semanario Orbe)