Lima, 21 ene (PL) El papa Francisco afirmó hoy que la corrupción ha enfermado a la política en América Latina y señaló el caso de expresidentes peruanos que fueron a prisión como Ollanta Humala y Alberto Fujimori.
En diálogo abierto y distendido con los obispos peruanos, el pontífice fue consultado sobre el tema por uno de ellos, por lo que tocó el inevitable caso peruano, en el cual la onda sísmica de la corrupción mantiene en crisis al gobierno y a los partidos.
«La política está enferma, muy enferma, en América Latina; hay excepciones pero, en general, está más enferma que sana», expresó ante la interrogante sobre lo que podría hacer la Conferencia Episcopal ante la situación política en Perú afectada por la corrupción y el polémico indulto a Fujimori.
Sin referirse al cuestionado perdón, cuyo rechazo social es uno de los factores de la crisis, dijo que el clero debería actuar con honestidad y seguir luchando, sin descuidar la política, «que no es politiquería (término despectivo que se refiere al uso de la política por intereses privados)».
Preguntó asimismo «¿Qué pasa en el Perú que, cuando uno deja de ser presidente, lo meten preso? Humala está preso, (Alejandro) Toledo está preso (en realidad tiene una orden de prisión y vive impune en Estados Unidos), Fujimori estuvo preso hasta ahora, Alan García que está que entro o no entro. ¿Qué pasa?».
Toledo es acusado de recibir una coima de 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht y Humala y García son investigados por temas relacionados con esa compañía y casos similares se registran en otros países latinoamericanos.
«El caso Odebrecht es simplemente una anécdota chiquita, pero el quid pro quo no es una sana negociación política (…) te tapo esto y me tapas esto», en alusión a denuncias de acuerdos de impunidad entre políticos tradicionales.
Añadió que «luego gana una oposición y acusa al corruptor anterior; vuelve la otra parte y acusa al corruptor previo y los dos tienen algo de razón; el juego político es muy difícil».
«No descuidemos el futuro de la dirigencia de los pueblos. Si solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos», aseveró el papa en su habitual lenguaje coloquial, en el último de cuatro días de visita a Perú.