Poco después de aquella polémica generada por el manifiesto de actrices e intelectuales francesas en contra del feminismo de las actrices de Hollywood que apoyan movimientos como el #MeToo y el Time’s Up, la escritora y periodista Claire Dederer publicó una nota de opinión en el diario El País en la que se cuestionaba, y con razón, respecto al dilema ético que genera la biografía de un cineasta (o un artista) frente a su obra, “hicieron y dijeron algo horrible y crearon algo maravilloso”.
En la nota (que se puede leer completa aquí) Dederer se pregunta: “¿Debe la biografía de un artista influir en la apreciación de su obra? ¿Se puede leer o ver ésta sin recordar el horror? Si bien la escritora incluye a varios artistas y cineastas en su texto, es Woody Allen uno de aquellos que la pone en mayor predicamento. ¿Cómo ver Manhattan, Annie Hall, Interiores, Hanna y sus hermanas o Broadway Danny Rose sin pensar en las denuncias de violación de su hija adoptiva Dylan Farrow, que hace poco ofreció una entrevista a la cadena CBS.
Más allá de la condena pública y de los juicios personales y debates éticos frente a la pantalla, el próximo filme del cineasta, Un día lluvioso en Nueva York, podría verse afectado por esta situación, lo anterior de acuerdo a información publicada por The New York Times. Amazon, que financiaría y estaría a cargo de la distribución de la nueva producción, “está teniendo serias conversaciones sobre el fin de su relación con Allen, que podría dejar la película sin distribución.
Allen respondió a las declaraciones de Farrow de manera escueta: “Nunca abusé sexualmente de mi hija, como ya concluyeron todas las investigaciones que se realizaron hace 25 años”. Verdad o mentira, ¿qué sucede con la obra? En palabras de Dederer, pero planteadas como pregunta: “¿Seguimos mirando, intentando separar al artista de la obra de arte?”.