Por Alberto Aranda
– En la calle de Gante en el número cinco, se encuentra el Templo Metodista de la Santísima Trinidad. Este edificio formaba parte del Convento de San Francisco que se comenzó a construir en el siglo XVI. El Templo Metodista ocupa el claustro grande el cual se edificó en el siglo XVIII, pero su fachada es del siglo XIX.
El subdirector de restauración de Bienes Históricos y Culturales, Gerardo A. Hernández Septién, explica que “esta decoración que nosotros llamaríamos barroco novohispano o ya muy del siglo XVIII es justamente por esta profusión decorativa y la profusión de las formas que se desbordan y que de alguna manera dan sensación de movimiento. Este claustro, la actual Iglesia Metodista de México, es un elemento arquitectónico valiosísimo sobreviviente de esa debacle que padeció el patrimonio en el siglo XIX y que es uno de los tesoros mejor cuidados y más escondidos en el centro histórico. Mucha gente no sabe que puede venir aquí a visitarlo.”
En 1873, la Iglesia Metodista ocupó el inmueble. Las modificaciones que se le hicieron no dañaron los arcos del claustro y menos los detalles de la cantera. “Cuando se da el sismo sobre todo el 19 de septiembre lo mismo entablamos contacto con las autoridades religiosas. La fundación Slim y a través de la asesoría técnica de la Dirección General de Sitios y Monumentos, es que se hicieron algunas reparaciones sobre todo unos muros que habían resultado dañados y en el piso, porque también hubo movimientos diferenciales que provocaron agrietamientos en el piso del inmueble.”
Con los recursos disponibles para estos casos se intervino el recinto y actualmente el templo está abierto al culto. “Las afectaciones que se presentaron en la Iglesia Metodista fue en el piso de la feligresía. Tuvo abultamiento el terreno entonces se fracturó, se seccionó en algunas partes el piso, es un piso de concreto, no tiene ningún refuerzo de acero entonces se apreció escandaloso el daño, pero no era de mayor alcance”, señaló Jorge Tonatiuh Chimal García, técnico y supervisor de obras de la DGSMPC-SC. “Aquí la diferencia fue que en el piso se implementaron sistemas nuevos. Porque es un suelo no original, es un piso no original, es un concreto simple.”
Interesados en continuar manteniendo el buen estado del Templo Metodista de la Santísima Trinidad, los depositarios quieren cambiar la cubierta del claustro y el piso. De reunir los fondos y lograrse, le permitiría a los arqueólogos y restauradores saber más de la edificación.