Por Julio López
Cientos de veces hemos escuchado estas protestas a través de los medios electrónicos, pero esta vez no fueron entonadas por manifestantes sino por personas que asistieron a una sala de cine para mirar el documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga, un trabajo lo suficientemente bueno para generar en los espectadores empatía, rabia y dolor.
El filme, de Enrique García Meza, cuestiona la versión de la PGR que afirma que los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron incinerados en un basurero. La película es producida y apoyada por Guillermo del Toro y Bertha Navarro.
“Siento una responsabilidad tanto como cineasta como sociedad civil, de ver lo que realmente está pasando, de dar voz a otros. No la pasividad en la que estamos sumidos todos los ciudadanos y más en las ciudades donde ni nos volteamos a ver la cara. Difundirlo me parece fundamental y es una responsabilidad”, dice la productora Bertha Navarro.
“Este documental es para la sociedad civil para pensar, para tener conciencia, empatía, sensibilidad y compromiso con el otro. Conocer a estos chavos que estudian y que son del campo y ver que brillantes, que inteligentes son.”
En la denuncia, el documental no tiene desperdicio; en lo cinematográfico hay elementos que se podrían mejorar. Ayotzinapa, el paso de la tortuga aún no tiene fecha de estreno, pero los productores tiene la intención de mostrarlo en universidades y a través de las pantallas de la televisión pública. El filme fue proyectado en el marco del 33 Festival Internacional de Cine de Guadalajara.