Por Irma Gallo
En una ceremonia que por primera vez se llevó a cabo en Palacio Nacional, y no en la residencia oficial de Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto entregó los Premios Nacionales de Ciencias, Artes y Literatura 2017.
“El objetivo central de este gobierno ha sido la transformación de las instituciones para servir mejor a nuestro país. Uno de estos cambios, que quizá no ha recibido tanta atención como otras reformas, ha sido la transformación del sector cultural: la creación de la Secretaría de Cultura le dio, en primer término, autonomía administrativa; por ejemplo, la notable labor de reconstrucción de nuestros monumentos artísticos e históricos que se ha emprendido después de los sismos de septiembre no hubiera sido tan ágil y eficiente sin esta nueva arquitectura institucional”, dijo Enrique Peña Nieto.
En su turno, la Secretaria de Cultura agradeció sus aportaciones a los ganadores de los Premios Nacionales de Artes y Literatura: Alberto Ruy-Sánchez en el Campo I. Lingüística y Literatura; Nicolás Echevarría en el campo II, Bellas Artes; Mercedes de la Garza en el III, Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, y Francisco Barnett Astorga, en el IV, Artes y tradiciones populares, y después se refirió también a la creación de la Secretaría de Cultura.
“Con Alfonso Reyes en 1945 se instituyó una tradición que celebra a los creadores mexicanos que con su trayectoria, esfuerzo, dedicación y excelencia son ejemplo e inspiración para las nuevas generaciones. El arte está en los cimientos y en el permanente movimiento de nuestro país como visión del mundo. En las manos del ser humano que transforma e interpreta la naturaleza y su realidad”, María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura.
Al anunciar a los ganadores de los Premios Nacionales de Ciencia, la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, en el Campo de Ciencias Físico Matemáticas, y el Dr. Emilio Sacristán Rock en el de Tecnología, Innovación y Diseño, el Secretario de Educación Pública, Otto Granados, resaltó sus orígenes en el exilio español.
“En esta tierra de acogida, los exiliados españoles organizaron la convivencia cotidiana, estrecharon los tejidos afectivos, crearon instituciones, establecieron lazos de apoyo y vieron crecer a sus propias tribus familiares de las que nuestros premiados de esta mañana son legítimos herederos”.
Esta es la primera ocasión en la que no hay discurso de aceptación de los premiados, que en años anteriores pronunciaba uno, a nombre de todos.