Washington, 2 abr (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, repitió las mismas ideas expresadas la víspera, sobre la necesidad de que el Congreso de su país apruebe una ley de inmigración y control fronterizo.
Desde su misma cuenta personal de la red social Twitter, el mandatario republicano insistió en la llamada opción nuclear, para detener lo que él considera la entrada masiva de drogas y personas.
Tal alternativa, rechazada en ocasiones por miembros de su propio partido, llevaría a cambiar las normas del Senado para que la legislación pueda aprobarse con una mayoría simple (51 votos de 100 posibles), en lugar de los 60 sufragios estipulados.
«Los agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas son excelentes, pero las débiles leyes de los demócratas no les permiten hacer su trabajo. Actúa ahora Congreso, nuestro país está siendo robado», apuntó el gobernante.
Reiteró en que el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege de la deportación a casi 700 mil jóvenes inmigrantes indocumentados, «está muerto», «ya no funciona».
Trump ordenó el año pasado rescindir esa iniciativa, y después orientó al Congreso buscar una nueva propuesta, pero los esfuerzos en el último sentido no se concretaron.
A su juicio, a los legisladores del partido azul no les importó actuar, sin embargo el jefe de la Casa Blanca se ha negado a firmar acuerdos bipartidistas al respecto.
Sugirió a inicios de 2018 un plan que incluiría el financiamiento de su polémico muro en la frontera con México y otros proyectos legislativos que los demócratas rechazaron.
«Debemos construir el muro y proteger nuestros límites con la legislación fronteriza adecuada», recalcó Trump.
Consideró que México tiene el poder absoluto de no permitir que grandes «caravanas» de personas entren a su país.
«Deben detenerlos en su frontera norte, lo cual pueden hacer porque sus leyes fronterizas funcionan, no les permiten pasar a nuestra nación, que no tiene leyes fronterizas vigentes», puntualizó. Según reportes periodísticos, la multitud aludida por Trump comenzó en Honduras a mediados del mes último, y hasta ayer tenía la participación de unas dos mil personas en el sureste mexicano.
Llamada Caravana de refugiados 2018, la movilización cruzó el 26 de marzo la frontera entre Guatemala y México.
BuzzFeed News, informó que los organizadores estimaban que dos tercios de los que marchan planeaban llegar a la línea divisoria estadounidense, mientras que otros esperan reunirse con familiares en México.
Por su parte, el canciller mexicano, Luis Videgaray, apuntó ayer en la referida plataforma de microblogging que su país y Estados Unidos, trabajan juntos en temas migratorios en la región, y los datos así lo demuestran.
Esta cooperación no debiera cuestionarse a partir de reportes noticiosos imprecisos. Defender la dignidad y los derechos humanos no se contrapone con el estado de derecho, sostuvo.