París, 26 may (PL) Cientos de miles de franceses marcharon hoy en numerosas ciudades del país para mostrar el rechazo a la política del gobierno de Emmanuel Macron, la cual consideran una amenaza para el sistema público de la nación.
De acuerdo con los organizadores, alrededor de 250 mil personas salieron a las calles en todo el territorio nacional y unas 80 mil lo hicieron en París, en un cortejo al que unieron sindicalistas, diversos grupos políticos de izquierda y una vasta multitud de ciudadanos.
En las manifestaciones de todo el país participaron líderes políticos como Jean-Luc Melenchon (Francia Inusmisa), Pierre Laurent (Partido Comunista), Benoit Hamon (Generación S), además de dirigentes sindicales como el jefe de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martinez.
En sus declaraciones ante la prensa, todos coincidieron en la necesidad de unir fuerzas para frenar los planes del gobierno, de tendencia neoliberal, mientras Melenchon abogó por crear un «frente popular» dirigido a defender los logros del sistema público galo.
Actualmente varios sectores sociales se encuentran movilizados contra medidas y leyes impulsadas por el presidente, como la reforma del sector ferroviario y el amplio recorte de presupuesto en el sector público que implicará la desaparición de 120 mil puestos de trabajo.
«Los servidores públicos han sufrido un proceso de degradación de su estatus durante muchos años, y las políticas del gobierno de Macron solo lo están empeorando», denunciaron hace pocos días los sindicatos.
En la manifestación de este sábado se registraron breves disturbios en esta capital protagonizados por encapuchados ajenos a la demostración.
Según fuentes oficiales, casi 40 personas fueron arrestadas por la policía y siete miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
Paralelo al aumento del descontento ciudadano, las encuestas reflejan una caída de la popularidad de Macron, que acaba de cumplir un año de mandato.
De acuerdo con una reciente encuesta del instituto BVA, un 56 por ciento deplora la gestión del mandatario, mientras solo un 40 por ciento la aprueba.
En consecuencia, la popularidad del jefe de Estado se encuentra en el nivel más bajo desde el inicio de su mandato en mayo del año pasado, cuando un mayoría de un 62 por ciento tenía una opinión positiva.