Ottawa, 4 jun (PL) El gabinete canadiense debatió hoy la forma de proteger a la industria nacional del acero y el aluminio, para contrarrestar las tarifas impuestas la semana pasada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Al concluir la reunión, el ministro de Innovación, Navdeep Bains, declaró que el gobierno hará todo lo que pueda para proteger a los productores nacionales, con quienes se mantienen estrechos contactos con el fin de llegar a un acuerdo al respecto, aunque no dio más detalles sobre el tema.
El jefe de la Casa Blanca decretó un arancel del 25 por ciento a las importaciones de acero y otro del 10 por ciento sobre el aluminio canadiense, alegando razones de seguridad nacional, decisión que recibió el rechazo inmediato de las autoridades de Ottawa.
Tras ese anuncio, Trudeau tomó represalias contra las acciones unilaterales de Washington al proponer gravámenes que totalizan más de 16 mil 600 millones de dólares a exportaciones de Estados Unidos y dijo que demandaría a ese país a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la Organización Mundial del Comercio.
De acuerdo con fuentes oficiales, Canadá es el primer suministrador de acero a Estados Unidos y en 2017 vendió a su vecino del sur alrededor del 84 por ciento de sus exportaciones de ese metal, por un valor de nueve mil millones de dólares canadienses.
La industria de ese rubro sustenta alrededor de 22 mil empleos directos y apoya 100 puestos de trabajo indirectamente, según datos de la Asociación Canadiense de Producción de Acero.
Desde que Trump llegó al poder en enero de 2017, los nexos comerciales entre las dos naciones se deterioraron, y en junio de ese año, Ottawa anunció una ayuda de 867 millones de dólares para los productores de madera blanda afectados por disposiciones proteccionistas del jefe de la Casa Blanca.
La ministra de Relaciones Exteriores Chrystia Freeland dijo el sábado que la administración Trudeau estudia un posible paquete de ayuda a los productores de acero y aluminio, que podría ser similar al mencionado apoyo a los empresarios del sector maderero luego de que Washington les impuso tarifas similares.
Freeland declaró a la cadena CBC News que la propuesta está bajo intenso debate con la industria, los sindicatos y las autoridades provinciales, a quienes el Gobierno está decidido a socorrer frente a las medidas punitivas estadounidenses.