Guatemala, 12 jun (PL) Las lluvias de las últimas horas en Guatemala incrementan el peligro de nuevos lahares en áreas del Volcán de Fuego, que mantiene hoy explosiones con columnas de cenizas de hasta tres mil metros sobre el nivel del mar.
Bomberos se mantenían limpiando este martes la Ruta Nacional 14 después de un lahar la víspera en las Las Lajas y el Jute, el cual transportó material fino y pastoso con bloques de hasta tres metros de diámetro, informó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Las precipitaciones, sobre todo en horas de la tarde y noche provocan el descenso de piedras, árboles y lodo que quedaron en las barrancas tras la potente expulsión del 3 de junio y obligan al constante monitoreo del coloso de Fuego, que parece no querer dejar en paz a los guatemaltecos.
«El material arrastra troncos y ramas de árboles, desciende a temperatura caliente y emana olor de azufre y vapor», explicó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) en una nota de alerta.
Las actividades de búsqueda de cuerpos que quedaron calcinados en la llamada zona cero fueron suspendidas hoy ante la expulsión de columnas de ceniza y gases por el cono, aunque pobladores siguen haciendo caso omiso a las advertencias y permanecen en el área para recuperar los restos de sus familiares.
La Conred y el Insivumeh publicaron dos mapas sobre la amenaza que representa el material volcánico ante escenarios de lluvias moderadas y fuertes como ocurre ahora, en plena temporada.
Horas después, la aldea El Rodeo, en el departamento sureño de Escuintla, tuvo que ser evacuada de nuevo por la crecida de ríos, otro fenómeno que comienza a golpear por la débil infraestructura en estas zonas.
Insivumeh emitió también una alerta en horas de la mañana por la actividad del volcán Pacaya, la cual se incrementó en los últimos meses con presencia de lava y explosiones débiles.
La segunda erupción del Volcán de Fuego en este año sepultó comunidades aledañas y ha dejado, hasta el momento, más de cien muertos y casi 200 desaparecidos según las autoridades, pero la cifra real quizá nunca sea divulgada.
El último parte de Conred indica que permanecen evacuadas 12 mil 784 personas, de ellas cuatro mil 471 en albergues provisionales en Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, los tres departamentos más golpeados por la erupción.
En total suman 1,7 millones los afectados.