Washington, 30 jun (PL) Coros de decenas de miles de voces se escucharon hoy en la capital de Estados Unidos en protesta contra las políticas de la administración de Donald Trump que afectan a familias de inmigrantes indocumentados.
Gritos de «Shame, shame» (vergüenza, vergüenza) y «Hey, hey, ho ho Donald Trump has got to go» (Donald Trump tiene que irse), resonaron con fuerza este sábado en la Plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca, donde se congregaron personas de todas las edades para mostrar su rechazo a la separación de hijos y padres.
Inmigrantes recién llegados y otros que llevan décadas en Estados Unidos, norteamericanos originarios de Washington DC o de otros territorios del país, adultos con niños pequeños que portaron carteles elaborados por ellos mismos, una gran diversidad de rostros marcó la movilización.
Nada pareció importarles a los participantes las elevadas temperaturas y el fuerte sol, lo importante era defender los mensajes que portaban en pancartas, ropas y otros soportes: «Las familias deben estar unidas», «Los inmigrantes y refugiados hacen grande a este país», «Detengan la crueldad».
En el evento multitudinario estuvo Aliza Glasner, quien asistió con su esposo, hijo y sobrino porque «nos sentimos muy afortunados de ser una familia, y todo el mundo debería tener esa fortuna donde quiera».
Manifestó a Prensa Latina que las políticas de la administración de Trump son horrorosas y la hacen sentir avergonzada del liderazgo del país. «Espero que todas estas voces hoy aquí lo hagan darse cuenta de que las cosas deben cambiar».
Junto a ella se encontraba su hijo Lev, de seis años, quien estudia en una escuela bilingüe y dijo en español a esta agencia que participó en la protesta por los niños que no pueden estar con su mamá y con su papá, y para apelar a esas personas que necesitan cambiar su mente.
También con toda su familia acudió a la Plaza Lafayette el salvadoreño David Lobo, quien expresó que el actual Gobierno estadounidense divide y trae problemas a la comunidad, y calificó de tragedia que haya menores alejados de sus padres durante meses.
No podemos dejar a un lado la misericordia y la compasión, no pueden justificarse con que están haciendo cumplir la ley, agregó el hombre llegado a este país con nueve años, y quien este sábado estuvo en la protesta con su esposa y sus cuatro hijos.
Lo que sucede ahora en Estados Unidos es que nos están quitando nuestros valores, las acciones de esta administración no representan los principios del país, consideró, a su vez, el norteamericano Rob, quien prefirió no decir su apellido.
Esta manifestación en Washington DC forma parte de un día de acción nacional con la celebración de cientos de eventos en los 50 estados del país contra la política de «tolerancia cero», que comprende el procesamiento penal de los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera.
Tal práctica llevó a que unos dos mil 500 menores fueran separados de sus progenitores, y aunque Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin a la división de familias, unos dos mil niños siguen sin reunificarse con sus padres.