“Futbol, una pasión mundial”

El Museo Nacional de las Culturas del Mundo aloja esta exposición que recorre momentos memorables en la historia de este deporte

Por Huemanzin Rodríguez

Para los detractores del fútbol es fácil etiquetara todo con una frase lapidaria: no me gusta el deporte, cuando, en realidad, lo despreciable puede llegar a ser la industria del espectáculo que a los actos lúdicos y al juego homologa, y limita bajo el concepto de “deporte”. Bajo esa industria están esas figuras y personajes cuyos actos concentran las aspiraciones de una sociedad a través del uso de sus habilidades corporales, esas personas cuyos actos están más allá del deporte y habitan en el espíritu humano. Ése es territorio que los héroes habitan, aunque nunca hayan ganado una gran batalla porque son más importantes sus actos. Muchos de ellos ya no pisan el césped, otros ni siquiera caminan entre nosotros, pero hay vestigios que nos recuerdan que no fueron un sueño colectivo. De eso trata la exposición Futbol, una pasión mundial que está en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

“Junto con mi tío, Alan Peniche, desde muy chiquitos hemos sido muy apasionados al futbol y conforme uno va creciendo se van adquiriendo ciertos gustos, pasión por ciertos artículos como playeras y balones. Y un tío llamado Agustín Peniche, jugador del Necaxa en los años sesenta, nos obsequió su playera, es cuando nos empezó a interesar todas esta parte de la historia del futbol. Cosa que muchas veces en México olvidamos”, cuenta Hugo Francisco Argumedo Peniche, coleccionista.

Lo mismo está la camiseta de Ronaldinho, cuando estuvo en los Gallos Blancos del Querétaro, o la de Hugo Sánchez en el Real Madrid; que la chamarra del Atlético Español. Sin embargo, el recorrido interesante es a través del uniforme de la Selección Nacional de futbol, con esa chamarra verde que recuerda al mundo unido con un balón que detona en el presente las memorias de un México bello que afortunadamente quedó atrás. Ahí es donde vemos la camiseta de México 98, el uniforme firmado de Jorge Campos (que él mismo mandaba confeccionar), la camiseta de Oswaldo Sánchez de Corea-Japón, o la camiseta de Oribe Peralta cuando la selección sub 17 le ganó a Brasil en 2005. También hay vestigios de esos tiempos cuando los futbolistas antes de ser súper estrellas internacionales, eran colegas de la cantina del barrio.

“Tenemos unas zapatillas de 1930, balones de 1900. Una playera firmada por Maradona, la indumentaria de Nacho Trelles cuando fue director técnico de la selección… Hoy en día ves que todos traen la playera del Chicharito, ¿por qué no la de México del 86 o la del legendario México del 98?”, se pregunta el coleccionista.

La exposición Futbol, una pasión mundial, estará un mes en el museo Nacional de Culturas del Mundo.

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