Washington, 14 jul (PL) El Gobierno estadounidense informó que son más de dos mil 500 los niños inmigrantes de cinco a 17 años separados hoy de sus padres y anunció un proceso acelerado de reunificación.
Sin embargo, la administración de Donald Trump señaló anoche que no podrá reunir con sus progenitores a la totalidad de los dos mil 551 los menores comprendidos entre esas edades, que se encuentran bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
No es, ni debería ser nuestro objetivo reunificar a todos los menores con el adulto con quien llegaron aquí, porque algunos de esos ellos no son sus padres o representan un claro peligro para los niños, indicó esa agencia federal en un comunicado.
HHS dijo que el número de dos mil 551 abarca a los niños sacados del lado de sus progenitores como parte de la política de tolerancia cero que se aplica desde mayo, la cual comprende el procesamiento criminal de quienes crucen ilegalmente la frontera, pero también incluye a infantes que fueron separados por otros motivos.
El Departamento se enfrenta a un plazo establecido por el juez federal Dana Sabraw, quien fijó el 26 de julio como fecha límite para reunir a esos niños con sus padres.
A finales de junio ese magistrado también determinó que los menores de cinco años se reunieran con sus progenitores a más tardar el 10 de julio, pero por diferentes causas la administración no cumplió con ese plazo, y hasta el jueves solo había reunificado a poco más de la mitad del centenar comprendido en ese rango de edad.
Según señaló ayer el Gobierno, «está trabajando para reunir a los niños mayores de manera expedita», lo cual significaría que no se realizarán pruebas de ADN, como estaba sucediendo con los más pequeños, ni los padres estarán sujetos a las mismas comprobaciones exhaustivas de antecedentes.
La administración dijo que este viernes comenzó a implementar un plan enmendado en el cual el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) establecerá de seis a ocho ubicaciones donde las familias pueden reunirse.
Bajo el nuevo mecanismo, los equipos de campo del HHS entrevistarán a los posibles padres durante 15 minutos para confirmar el parentesco y el deseo de reunirse con el niño, y también revisará los registros disponibles para determinar antecedentes penales u otros factores que puedan representar un riesgo para el menor.
Cuando se pueda confirmar el parentesco, y los funcionarios determinan que el niño no está en peligro, el HHS lo llevará a la ubicación del adulto en un plazo de 48 horas y entregará la custodia al ICE.