París, 15 jul (PL) Francia vive hoy un día de locura en una celebración frenética de la victoria del equipo galo ante Croacia en el Mundial de Fútbol Rusia 2018, con lo cual se coronó campeona del orbe por segunda vez.
Justo 20 años después de la Copa de 1998, en la cual Les Bleus subieron por primera vez a lo más alto del podio, repitieron la hazaña y cumplieron así el sueño de millones de franceses que los han seguido partido a partido, gol a gol.
Este domingo la ilusión se hizo realidad y la fiesta llega a todos los rincones del país: desde los Campos Elíseos o los Campos de Marte, hasta las casas, los bares y los metros, desde París hasta los pueblos pequeños.
Las principales avenidas de esta capital y de muchas ciudades están invadidas de niños, jóvenes, adultos, e incluso turistas extranjeros que no pueden evitar contagiarse con el entusiasmo general.
Las banderas francesas están por todos lados, los automóviles no cesan de tocar sus cláxones, y la gente ríe, llora, grita, canta y baila sin parar.
«Hoy la noche no se acabará, estaré de fiesta hasta que me den las energías», dijo a Prensa Latina una joven vestida de blanco, azul y rojo, como la bandera gala y como también lo están todas sus amigas, un grupo que por ahora no tiene planes de regresar a casa.
En los Campos Elíseos están reunidas cientos de miles de personas en medio de la música, del ruido de petardos, y del canto indetenible de consignas como «Ya somos campeones», o repitiendo los nombres de los héroes del partido, Antoine Griezmann, Paul Pogba y el joven revelación Kylian Mbappé.
Mientras millones de franceses dedicaron toda la jornada de domingo a Les Bleus, otros no pudieron evitar tener compromisos laborales que, sin embargo, no les impidieron seguir el resultado del Mundial.
Así le sucedió a Jean-Paul, que pocos minutos antes del final del partido llegó en tren desde Bruselas por la Gare du Nord y salió corriendo por toda la estación para estar en medio de la calle, junto a la multitud, en el momento del pitazo final.
«No podía perderme esta euforia, es lo mejor que nos pasa como país en muchos años. Y no es lo mismo celebrar solo que con toda esta gente. Tenía que llegar a tiempo, y llegué ¡Es genial!», comentó a Prensa Latina mientras se unía a sus compatriotas.
Y la fiesta no terminará esta noche, ni mañana, porque en la tarde llegará el equipo campeón y será recibido por la gente en los Campos Elíseos.
Un seguidor eufórico declaró que «mañana vamos a ir a recibirlos, claro que sí, es un equipo muy joven que ha hecho algo grande. Son muy grandes esos muchachos y ahí estaremos con ellos«.
Francia vive un día de locura mundialista
Por Luisa María González