México, 19 ago (PL) El Autoditorio Nacional de esta capital rebosó de baile, música, voces de lujo y buena escenografía, con el espectáculo ¡Cuba Vibra!, a cargo de Lizt Alfonso Dance Cuba.
Fue una noche lluviosa pero en la que valió la pena mojarse por la profesionalidad de la compañía antillana, que ha llevado la cultura de la isla a diversas latitudes.
El programa inició con De tierra y Aire, para a partir de ahí hacer todo un recorrido por la historia y la cultura cubana, pero también con mucho de universalidad.
Lo español tuvo lo suyo con el flamenco, pero a ojos vista fue lo cubano, con lo afro en particular, lo que más entusiasmó a un público generoso ante tan buen arte.
Así, el colofón resultó la coreografía de Lizt Alfonso titulada Se armó la rumba, donde confluyeron el cuerpo de baile, bailarines estrellas, un grupo de músicos y cantantes de altos quilates, con destaque para Pedro Sureda, en el piano, para los acordes cubanos, y Carlos Ernesto Varona en la guitarra, para las notas de lo ibérico.
Bulería, seguidilla, chachachá, mambo, rumba, conga, bolero, feeling, fueron ritmos y pasos de baile en el Auditorio Nacional, en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.