Brasilia, 15 ago (PL) Por primera vez en la historia electoral de Brasil, decenas de miles de personas se congregaron hoy aquí para acompañar el registro de un candidato presidencial: Luiz Inácio Lula da Silva, preso político hace 131 días.
De todos los rincones del país llegaron integrantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el Frente Brasil Popular, centrales sindicales, movimientos sociales y partidos políticos, para aguardar a las puertas del Tribunal Superior Electoral (TSE) por la inscripción de la candidatura del ex dignatario.
Instantes después que la presidenta nacional del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, mostrara a la multitud el diploma que certifica el registro de la fórmula Lula-Fernando Haddad, el propio candidato a vicepresidente dio a conocer una carta del ex mandatario al pueblo brasileño.
En la misiva, Lula subraya que la Ley Electoral garantiza que solo no será candidato si muere, renuncia o fuera descartado por la justicia.
«No pretendo morir, no considero renunciar y voy pelear por mi registro hasta el final», escribió el fundador y líder histórico del PT antes de remarcar que «no quiero favores, quiero justicia. No cambio mi dignidad por mi libertad».
Lula insistió en que solo pide que los derechos que hace años vienen siendo reconocidos por los tribunales en favor de centenas de otros candidatos también sean observados para él, pues «no puedo admitir casuismo ni juicio de excepción».
Recordó además que el Comité de Derechos Humanos de la ONU ya emitió una decisión que impide al Estado brasileño causarle daños irreversibles a sus derechos políticos, lo cual refuerza la imposibilidad de impedirle que dispute las elecciones de 2018.
«Quiero que el pueblo brasileño pueda decidir si me dará la oportunidad de, junto con él, arreglar este país», sostuvo.
Presente en el multitudinario acto, la depuesta presidenta constitucional Dilma Rousseff significó que el registro de la candidatura de Lula constituye una victoria contra el golpe de Estado perpetrado en 2016.
Hoy ganamos con nuestra fuerza y convicción; con la certeza de que Lula es inocente. Aquí estamos, enteros, de pie, frente a quienes creyeron que nos iban a destruir, que no resistiríamos, dijo y subrayó que quienes hicieron el impeachment ahora están derrotados, sin un candidato capaz de enfrentar a Lula.
Por su parte, el líder de la central Unica de los Trabajadores (CUT) de Brasil, Vagner Freitas, coincidió en que Lula candidato constituye un triunfo de la democracia y también de la osadía del pueblo, que lo llevará de vuelta al Palacio de Planalto