Estados Unidos y México alcanzaron un entendimiento en principio tras un año de intensas negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que allana el camino para la reincorporación de Canadá a las pláticas.
Bajo la Autoridad de Promoción (TPA), conocida como Vía Rápida, la administración del presidente Donald Trump notificó al Congreso en mayo de 2017 la negociación de un acuerdo trilateral, por lo que deberá mantenerse de esa forma para cumplir con el proceso formal del legislativo estadounidenses.
“Aún si algunos elementos del acuerdo son negociados de manera bilateral, mi expectativa es que en última instancia sea un acuerdo trilateral que cumpla los altos estándares de la TPA y gane el apoyo del Congreso”, dijo el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Orrin Hatch.
En 1993 la aprobación del TLCAN original fue posible gracias a la alianza forjada por el presidente demócrata Bill Clinton -quien puso su huella en el acuerdo con los acuerdos paralelos sobre trabajo y medio ambiente- con los republicanos pro libre comercio y los demócratas moderados.
Aunque Trump calificó en varias ocasiones al TLCAN como “el peor acuerdo de la historia”, el tratado fue defendido por legisladores republicanos, empresarios y por gobernadores, especialmente por aquellos cuyos estados dependen del comercio con México y Canadá.
Inicialmente las negociaciones buscaron ser completadas en 2017, pero el proceso se extendió y rebasó la celebración de elecciones presidenciales en México, donde resultó triunfador el ahora presidente electo del país, Andrés Manuel López Obrador.
El representante del presidente electo en las negociaciones, Jesus Seade, se incorporó desde hace varias semanas el equipo mexicano en la negociación, que incluye al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y al secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Se espera que la negociadora de Canadá, la canciller Chrystia Freeland, se reincorpore a las discusiones a nivel trilateral este lunes o mañana martes, con vistas a tener un “apretón de manos” trilateral el viernes, de acuerdo con un funcionario citado por medios estadunidenses.
Si Estados Unidos, México y Canadá anuncian un acuerdo final, se abre un periodo de 90 días para su voto final en la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos.
Bajo las reglas de la Vía Rápida, el Congreso no tiene la posibilidad de enmendar el acuerdo alcanzado, sino sólo emitir un voto afirmativo o negativo.
De ser aprobado por el Legislativo estadounidense bajo ese calendario, un TLCAN aún podría ser firmado por el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien concluirá su mandato de seis años el primero de diciembre próximo.
Fuente: NTX