Washington, 28 ago (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, y el titular de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Gianni Infantino, dialogaron hoy en la Casa Blanca sobre aspectos organizativos del Mundial de ese deporte en 2026.
Junto a Canadá y México, Estados Unidos ganó el pasado 13 de junio la sede de esa cita, que tendrá por primera vez en la historia de los certámenes universales surgidos en 1930 en Uruguay la participación de 48 equipos.
De acuerdo con el plan, Estados Unidos acogería la mayor cantidad de partidos, 60 en total, incluida la final en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, y los otros dos se repartirían los restantes 20 desafíos a partes iguales.
Trump manifestó que a su juicio será el evento más importante del mundo a nivel deportivo, «muy especial».
Aseveró que apoya el proyecto, pero en 2026 ya no será presidente, por lo cual comentó en broma que tal vez prolongue su mandato pues ellos, agregó señalando a los periodistas, se van a aburrir.
En forma jocosa también, el gobernante republicano se refirió a que en Estados Unidos se le llama soccer y no fútbol al mencionado deporte, e Infantino contestó que pudieran negociar el cambio de nombre.
Por otro lado, y ante la presencia de Carlos Cordeiro, presidente de la Federación estadounidense de la disciplina, el visitante le regaló a Trump una camiseta de la FIFA con el número 26, en alusión al año del Mundial, y un juego de tarjetas.
«Los árbitros usan amarillas y rojas. Las amarillas son para advertencias y las rojas para cuando quieras expulsar a alguien», le explicó Infantino.
Acto seguido, entre risas, Trump le mostró la tarjeta roja a los reporteros, como una muestra más de su disputa con los medios de prensa, a los cuales ha llegado a calificar de «enfermizos» y «enemigos del pueblo».