Washington, 31 ago (PL) Edward J. Burns, obispo de la ciudad estadounidense de Dallas, Texas, pidió al papa Francisco que convoque a un sínodo mundial ante las denuncias contra religiosos por cometer abusos sexuales, divulgaron reportes de prensa.
Según Burns, la crisis que ha provocado este problema, existente durante años en la Iglesia Católica, demanda ser atendida con urgencia.
Todos estos casos se están desarrollando a nivel local, nacional e internacional, si vamos a ver el asunto de frente, tenemos que mirarlo juntos, apuntó el remitente de la misiva.
Las informaciones periodísticas recordaron que el llamado a un sínodo es inusual, y generalmente ese tipo de asambleas se reserva solo para asuntos de doctrina y administración.
Asimismo, agregaron, resulta poco frecuente que un obispo haga tal pedido al santo padre.
Burns comentó a reporteros que decidió enviar la carta al papa después de reunirse con feligreses del norte de Texas, quienes, añadió, expresaron sentimientos desde la frustración y la ira hasta la fidelidad y la esperanza.
En la comunicación, el religioso sugirió abordar en el encuentro el abuso de poder, la rendición de cuentas y la comprensión de la transparencia en la Iglesia.
Hace 15 días, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos solicitó al Vaticano una investigación sobre las acusaciones de abusos sexuales cometidos por el excardenal norteamericano Theodore McCarrick.
De acuerdo con la solicitud, el proceso contra el religioso, quien renunció el mes pasado a su responsabilidad eclesiástica, deberá estar respaldado por investigadores laicos.
Cualquier detalle que emerja relativo a McCarrick o los muchos abusos en Pensilvania, sabemos que una de las causas es el fracaso del liderazgo episcopal, apuntó en un comunicado Daniel DiNardo, presidente de la referida conferencia.
La Corte Suprema de Pensilvania emitió el pasado 14 de agosto un informe que identifica a más de 300 miembros de la iglesia Católica en ese estado acusados de cometer abusos sexuales contra menores durante 70 años.
El reporte, de un gran jurado que escuchó el testimonio de las víctimas y se reunió con ellas durante dos años, detalló más de mil casos registrados en seis de las ocho diócesis del territorio y describió un esfuerzo de encubrimiento sistemático por los líderes católicos.
Josh Shapiro, fiscal general de dicho estado, expresó en una conferencia que aunque en el documento se identificaron más de un millar de afectados se cree que existan más.