México, 12 sep (PL) Las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) están sometidas a una sangría constante de recursos por el robo de hidrocarburos y energía eléctrica.
Las pérdidas en conjunto ascienden a 60 mil 325 millones de pesos anuales (más de tres mil 350 millones de dólares), equivalente al gasto presupuestado para el desarrollo social entre enero-julio de 2018, según informes oficiales citados por el diario La Jornada.
El director general de Pemex, Carlos Treviño Medina, estimó que el robo de hidrocarburos de poliductos, entre gasolinas, gas LP, diésel y petróleo, asciende a unos 30 mil millones de pesos anuales (más de mil 600 millones de dólares), con el consecuente deterioro financiero de la empresa.
De acuerdo con el más reciente reporte de Pemex, en junio de 2018 se registró un aumento de 49,5 por ciento del número de tomas clandestinas, al registrarse siete mil 590, contra cinco mil 75 detectadas en el mismo periodo de 2017.
Los estados con más ductos perforados en el primer semestre del año son Puebla (mil 175), Hidalgo (909), Guanajuato (865), Veracruz (844) y Jalisco (758).
Entre 2013 (primer año de gobierno de la actual administración) y el cierre de 2017, el número de tomas clandestinas aumentó 294 por ciento.
Por su parte, informes de la Secretaría de Energía señalan que en 2017 las pérdidas no técnicas ocasionadas por el hurto de energía a la CFE fueron de 18 mil 268 giga vatios-hora, lo que equivale a 7.6 por ciento del total de la energía recibida.