La coordinadora de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos, aseguró que reducirán el presupuesto de este órgano legislativo para dejar de ser el parlamento más caro del mundo y convertirlo en una entidad austera y eficiente.
Durante la sesión solemne de instalación del primer periodo de sesiones de la Primera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, la morenista dijo que privilegiará los consensos porque “no vamos a repetir los mayoriteos de la pasada legislatura”.
En tribuna manifestó que inicia una nueva etapa con un Congreso local, que deja atrás el estigma de que los capitalinos éramos ciudadanos de segunda, donde, sin duda, se privilegiará la pluralidad, pero sin desconocer el voto a favor de Morena.
Llama para restablecer los derechos de la población
Convocó a las demás fuerzas políticas a sumarse para restablecer los derechos plenos a los habitantes de la Ciudad de México, que demanda cambios y puso a cada quien en su lugar.
Destacó que impulsarán un Congreso progresista, que acabe con la exclusión y las desigualdades, para trabajar por la lucha de las mujeres, trabajadores, defensores de los derechos humanos, jóvenes, productores urbanos y del campo que resisten el crecimiento de la mancha urbana.
Al subrayar que nunca más un Congreso aislado de la gente, abundó que no se volverá a trabajar en lo oscurito y ocultando el manejo de recursos y se pronunció por un parlamento abierto, en el que no sólo se hará la máxima publicidad al presupuesto, sino que estará abierto a las propuestas e iniciativas ciudadanas.
Seremos, insistió, un Congreso que apoyará al gobierno de izquierda que encabezará Claudia Sheinbaum, cuyo proyecto social debe tener todo el apoyo de los diputados, de tal manera que se privilegiará el consenso y la mayoría será el último recurso si la oposición se opone a beneficiar a los ciudadanos.
Convocamos a un Congreso moderno y transparente, a un parlamento abierto, público, transparente con procesos administrativos plenamente fiscalizados.
Un Congreso, reiteró, no subordinado a intereses particulares, con la responsabilidad de darle cuerpo y piel a la Constitución de la Ciudad de México, considerada como una de las más avanzadas, que contempla la revocación de mandato, lo que permitirá a la gente destituir a quien traicione los intereses populares.