Ottawa, 22 sep (PL) Un hombre murió y dos policías fueron heridos hoy durante un tiroteo en la ciudad canadiense de Burlington, en la provincia de Ontario, en medio de un debate nacional sobre un mayor control de las armas de fuego.
El incidente ocurrió a las 05:00 hora local cuando los agentes del orden llegaron a una gasolinera tras recibir una llamada telefónica sobre un sospechoso de un accidente de tráfico ocurrido poco antes, explicó a la prensa Monica Hudon, vocera de la Unidad de Investigaciones Especiales de Ontario.
Al salir del baño del lugar y ver a los uniformados, el hombre disparó antes de ser abatido, apuntó
Por su parte, la policía de la región de Halton, donde está ubicada la localidad, explicó en Twitter que la vida de los dos efectivos heridos no corre peligro.
El hecho ocurre mientras el gobierno se dispone a realizar consultas con diversos sectores nacionales para una eventual prohibición de armas de fuego cortas, como parte de una estrategia para enfrentar la violencia.
Las consultas serán dirigidas por Bill Blair, ministro de Seguridad Fronteriza y Reducción del Crimen Organizado, quien también fue jefe de policía en Toronto.
En la actualidad el parlamento nacional tiene en agenda el proyecto de ley C-71, que incrementa los controles para la compra-venta de esa tecnología, pero no incluye medidas específicas sobre las armas cortas.
El C-71 prevé el establecimiento de un sistema más riguroso de verificación de antecedentes, nuevas normas para el transporte de esos artefactos y el mantenimiento de registros obligatorios por parte de los vendedores.
Las autoridades federales están bajo presión de la opinión pública canadiense, incrementada tras el tiroteo el pasado 22 de julio en Toronto, que causó tres muertes y 13 heridos.
Semanas atrás los ayuntamientos de Montreal y Toronto reclamaron a las autoridades federales prohibir en el país la posesión de armas de fuego cortas y de asalto.
«Con demasiada frecuencia vemos armas de asalto, que fueron fabricadas para matar a la gente, en manos de personas que no tienen ninguna razón válida para poseerlas», apuntó el concejal Alex Norris, que preside el comité de seguridad pública de la primera ciudad.