ELBA ESTHER, AL SNTE.- Ya está la cama tendida para Juan Díaz, denunciado en la PGR, en tanto la maestra prepara maletas para retomar el sindicato que manejó por años.
Haiga sido como haiga sido, la señora será otra vez la mandamás del organismo sindical más grande en su ramo de Latinoamérica, por ende una verdadera fuerza política.
A Díaz se le acusa de malversación de varios millones de pesos por parte de Venancio Morales, presidente del Grupo Análisis Jurídico y Dignidad Magisterial, que lo señala que en cinco años se ha manejado con terrible opacidad.
De esta manera se le facilita a la maestra su regreso y tal vez por eso en los medios se dice que no ha dejado de ser la presidenta del SNTE.
Claro que hay respuesta por parte de Díaz, pues Soraya Bañuelos, del Jurídico del sindicato, reviró en la misma PGR, con acusación a Venancio Morales, de falsedad en declaraciones ante la autoridad.
Lo cierto es que el asunto está caliente y veremos y escribiremos el final. Elba Esther la siente cerca y por algo será, pues.
La maestra afirma que ella tiene el derecho y Juan Díaz la chequera para someter a los maestros y que con base a la ley y el liderazgo, echará del organismo a Díaz y seguidores, amén de enfrentar los cargos del juicio, demostrará que su lugar está en la silla principal del sindicato del magisterio.
DESGRANADO. Manuel Granados, hace tres días en conferencia de prensa, animado habló de las probabilidades del PRD y que había partido para rato.
Se habló que los Chuchos, los dueños del partido, ya no veían con mucho agrado al chaparrito dirigente, su fuerza menguó con la llegada de Miguel Ángel al Senado y los patrones del Sol Azteca, ya no le hacían tanto caso.
Así que el lunes pasado, don Manuel anunció su renuncia al PRD; su dimisión no parece personal, más bien provocada, y se conoce que tomará las riendas el Chucho mayor de apellido Ortega, como siempre él ha mandado. Pregúntele a Agustín Basave y a Los demás.
PGJMX, CHANGUITOS.- Hasta una veladora deberá prender el procurador de la CDMX, Edmundo Garrido Osorio, para que no se muera José Luis González González, presunto participante en el atentado a la casa del cardenal Rivera. Es la clave para saber qué rayos hay detrás de la balacera y muerte del guardia del purpurado.
Fuente: Diario Basta