Washington, 18 dic (PL) La fundación del presidente estadounidense, Donald Trump, acordó disolverse bajo supervisión judicial y entregar sus fondos restantes, en medio de una demanda en curso relacionada con las finanzas, difundieron hoy medios locales.
La disolución de la organización benéfica resuelve un elemento de la demanda civil presentada por la fiscal general de Nueva York, Barbara Underwood, la cual incluye reclamos de que el presidente y sus hijos violaron las leyes de financiamiento de campañas y abusaron de su estado de exención de impuestos.
El acuerdo para romper la entidad, firmado tanto por la fundación que lleva el nombre del mandatario republicano como por la oficina de Underwood, permite a esta última revisar los beneficiarios de los activos de la organización.
La declaración de impuestos más reciente presentada por la institución benéfica enumeró sus activos netos en poco más de 1,7 millones de dólares.
Nuestra petición detalló un patrón impactante de ilegalidad que involucra a la Fundación Trump, incluida la coordinación con la campaña presidencial, repetidas y deliberadas negociaciones en beneficio propio, y mucho más, expresó la fiscal general este martes en un comunicado.
De acuerdo con Underwood, la fundación había funcionado como poco más que una chequera para servir los intereses comerciales y políticos del actual jefe de la Casa Blanca.
Tras el anuncio de lo pactado, Alan Futerfas, abogado del presidente, dijo a la cadena NBC News que la fundación, y no el estado, había buscado inicialmente la disolución. «Estamos felices de haber podido resolver esto».
Esta es una victoria importante para el imperio de la ley, y deja en claro que hay un conjunto de reglas para todos, consideró, a su vez, la fiscal general neoyorquina, quien añadió que seguirán adelante con la demanda «para garantizar que la Fundación Trump y sus directores rindan cuentas».
Además de la desaparición de la entidad, la acción judicial busca otros dos resultados: 2,8 millones de dólares en restitución y sanciones, y una prohibición a Trump y sus tres hijos mayores para que no puedan servir en la junta de cualquier otra organización sin fines de lucro de Nueva York.
Según indicó Underwood en la demanda interpuesta en junio pasado, el mandatario utilizó su control sobre la fundación para intereses personales, comerciales y políticos, en violación de las leyes federales y estatales que rigen a las instituciones benéficas.
Un artículo del diario The Washington Post en 2016 indicó que la donación más grande en la historia de la fundación, un regalo de 264 mil 231 para el Central Park Conservancy en 1989, se pagó para restaurar una fuente fuera del Hotel Plaza de Trump.
La donación más pequeña, en tanto, un monto de solo siete dólares entregado a los Boy Scouts ese mismo año, pareció beneficiar también a la familia de Trump, porque coincidió con la cantidad requerida para inscribir a un niño en esa organización cuando su hijo Donald Trump Jr. tenía 11 años, señaló el periódico.