Este lunes el Etna ha entrado en erupción, es uno de los volcanes más activos del mundo, situado en la isla de Sicilia (Italia), después de un centenar de temblores leves y ha escupido toneladas de lava y sedimentos acumulados en la superficie.
La inmensa columna de humo y cenizas que ha dejado y que es visible desde diferentes puntos de la isla y del mar ha obligado a cerrar el aeropuerto de Catania durante al menos una hora.
Por la tarde solo aterrizaban cuatro aviones a la hora. Un gabinete de crisis se ha reunido esta tarde para determinar cuales son los siguientes pasos a seguir que dependen, fundamentalmente, del viento.
El vulcanólogo Marco Neri ha explicado a los medios a primera hora de la tarde que se trata de “una situación muy dinámica que está bajo control y estudio para entender la evolución, que hasta el momento no está clara”.
El volcán, de más de 3.000 metros de altitud acostumbra a rugir varias veces al año y arroja lava y cenizas sobre la isla mediterránea. A pesar de la espectacularidad del proceso, el estado de erupción del Etna, uno de los más activos del mundo, no tiene nada de particular y por el momento, se mantiene en la línea de su patrón de actividad.
Habitualmente, la lluvia de lava y cenizas no amenaza las zonas residenciales y ni siquiera interfiere en el tráfico aéreo, aunque en esta circunstancia y a causas de vientos desfavorables, la unidad de crisis decidió restringir por precaución el espacio aéreo.
Los vulcanólogos esperaban esta erupción, sobre todo después de que el pasado julio el imponente volcán volviera a dar muestras de actividad. El Etna se despertó este lunes con una sacudida en torno a las nueve de la mañana y durante el día sucedieron hasta 130 réplicas, algunas de magnitudes superiores a cuatro en la escala Richter, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología. El epicentro se localizó a un kilómetro de profundidad de los cráteres del volcán.
El gabinete de crisis de la ciudad estableció, en torno al mediodía, el cierre total del espacio aéreo y desde las 14.00 a las 15.00 todos los vuelos con destino Catania se desviaron a otros aeropuertos cercanos como el de Palermo y el de Comiso. A partir de esa hora, se abrió una parte y los vuelos funcionaron con restricciones. Solo se permitió la llegada de cuatro aviones cada hora, según la información que el aeropuerto publicó en sus redes sociales.
Con información de El País