Aunque se trata de un hecho lamentable, la explosión de una toma clandestina en el estado de Hidalgo, donde murieron 66 personas, servirá como ejemplo para que la población por donde pasan los ductos de Pemex evite la práctica de la ordeña.
“Y yo creo en el pueblo, confío en la gente, y sé que con estas lecciones dolorosas, lamentables, la gente va a cambiar, a alejarse de estas prácticas, pero insisto, lo primero es dar opciones, alternativas, no sólo la acción coercitiva”.
Y por ello una vez más pidió el apoyo de la gente, para que brinden toda la información necesaria, no sólo sobre este hecho aislado, sino para que denuncien cómo es que se lleva a cabo esta práctica, quienes compran, quienes venden, cómo se obtiene el producto, etcétera.