Él y Ella, son los protagonistas de la novela y según el jurado “son vagamente conscientes de su alienación”
N22/ Irma Gallo
El jurado del Premio Alfaguara decidió otorgar por unanimidad el vigésimo segundo premio de Novela de esta casa editorial, dotado con 175 mil dólares, a la obra presentada bajo el seudónimo de “No soy Stiller”, cuyo título y autor es el argentino Patricio Pron.
“En primera instancia, el jurado quiere destacar la enorme cantidad de libros presentados y la gran calidad de todos los originales finalistas. En cuanto a la novela ganadora, Mañana tendremos otros nombres, es la fascinante autopsia de una ruptura amorosa que va más allá del amor, que es el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son producto de consumo”, dijo Juan José Millas, presidente del jurado.
El galardonado habló vía streaming desde España y dijo que “desde un tiempo a esta parte, tengo la impresión de que en torno al concepto de amor confluyen una serie de cosas en las que a menudo no pensamos cuando pensamos en el amor: dispositivos tecnológicos, ciertas dinámicas económicas, instituciones sociales, presiones de un signo o de otro. Se trata de un momento en el cual el concepto de amor está cambiando como no lo había hecho posiblemente en muchos años, y al tiempo que se conforman nuevas parejas y formas de unión resulta cada vez más difícil imaginar cuál es el final feliz de una historia de amor”.
El escritor agregó que, en el fondo, y detrás de la discusión de qué es una pareja, “creo que está en una cuestión que es clave en nuestros tiempos y es en las formas de organización. Estamos en un momento en el cual estas formas de organización, al menos las que estaban instituidas hace unas décadas están dejando de funcionar.”
En su intervención dedicó este premio a los periodistas que han perdido el trabajo en España, Colombia, Argentina y México, y a los que han sido asesinados en nuestro país.
“Todos ellos habrán constatado lo que creo que yo he constatado hace algún tiempo, que es el empobrecimiento de la escena periodística y la dificultad para extraer información fiable viene desde antes, desde un deterioro y degradación de una de las instituciones más importantes. Así que, en ese sentido, a ellos, a quienes continúan trabajando en ello, a ellos en particular y a los familiares de los 11 periodistas que fueron asesinados en México, en el último año, según la estadística, va dedicado este premio”.
El también autor de Nosotros caminamos en sueños y No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles, también dedicó el premio al recientemente fallecido editor Carlos López Lamadrid.