Naciones Unidas, 29 ene (PL) Las lenguas indígenas corren peligro hoy en todo el mundo pues según estimaciones de la ONU, el 40 por ciento de ellas podría desaparecer para siempre en los próximos años de mantenerse las actuales tendencias.
Ante este problema, Naciones Unidas proclamó el 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas y lanzó un llamado a más acciones con el fin de proteger esos idiomas ancestrales.
En todo el orbe se hablan cerca de siete mil idiomas y de ellos, seis mil 700 son lenguas indígenas, señala la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Según el director de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura de Perú, Agustín Panizo, los pueblos indígenas han desarrollado saberes fundamentales para la humanidad entera que están codificados y almacenados en sus lenguas.
Pero en la actualidad, muchas se encuentran en peligro y con ellas, las culturas y sistemas de conocimiento de esas comunidades.
La desparición de una lengua amenaza la propia existencia de un pueblo indígena y Naciones Unidas intenta llamar la atención al respecto durante todo este año.
Por ejemplo, en América Latina casi una quinta parte de los 522 pueblos originarios dejaron de hablar su lengua: 44 usan como único idioma el español y 55, el portugués.
De las 420 lenguas indígenas vivas en la región, el 26 por ciento corre el riesgo de desaparecer, y en áreas como el Caribe insular la situación es irreversible y están prácticamente extintas.
Además, 103 son lenguas transfronterizas y se utilizan en al menos dos países. Entre ellas destaca el quechua, presente en siete países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
En 2016, la Asamblea General declaró el 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas para crear conciencia sobre esa cuestión y promover iniciativas que las protejan y revitalicen, al igual que a sus hablantes, por medio de programas de alfabetización, reducción de la pobreza y cooperación.
Los expertos señalan que la pérdida de una lengua indígena suele responder a la asimilación, reubicación forzada, migración económica, analfabetismo, pobreza, exclusión, discriminación y violaciones de derechos humanos de quienes las hablan.
De acuerdo con la Unesco, la protección de las lenguas indígenas puede contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a fortalecer los derechos humanos y la dignidad de las personas.