La Habana, 9 feb (PL) Autoridades cubanas destacaron hoy el crecimiento en el arribo de cruceros a La Habana, una modalidad turística que abre nuevas oportunidades para la mayor de las Antillas.
La llegada de cruceros tuvo un alza importante en el 2018, divulgaron a través de las redes sociales funcionarios del Ministerio de Turismo que participan este sábado en el balance de dicho sector durante el año pasado.
A pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, las instituciones del turismo en La Habana tienen el propósito de contribuir al incremento de arribo de visitantes extranjeros a la isla, expresaron en el encuentro que se desarrolla encabezado por el titular del ramo, Manuel Marrero.
En opinión de especialistas, la tendencia del turismo internacional a nivel mundial está muy influenciada por el crucerismo.
Durante el año 2018 llegaron a la mayor de las Antillas cuatro millones 732 mil 280 visitantes internacionales; de los cuales el 18,5 por ciento viajó por vía marítima, expresó recientemente José Luis Perelló, profesor universitario y asesor en temas de la industria de los viajes durante un taller sobre periodismo económico.
Las navieras, en cada momento, incorporan nuevos itinerarios, con buques más atractivos, con mayores entretenimientos, con mayores facilidades, dijo en un aparte con Prensa Latina.
Perelló explicó que esas compañías van incorporando en sus itinerarios, primero destinos seguros y, en segundo lugar, destinos que tengan recursos y atractivos nuevos, independientemente de sol y playa. Nosotros tenemos esa ventaja en el Caribe, afirmó.
El Caribe oferta sol y playa, pero nosotros poseemos recursos urbanos donde se incluye la historia, el patrimonio, la cultura en todas sus manifestaciones, no es solamente música. Aquí hay artes plásticas, museos, y hay historias que contar, resaltó.
Por lo tanto, recalcó, no podemos darle la espalda al desarrollo del crucerismo. Tenemos que buscar nuevas ofertas para que esos turistas que bajan de los barcos dejen mayor dinero, más cantidad de ingresos a las localidades por lo que pueda ofertarse.
A su juicio, la clave está en la creatividad, «eso es fundamental y, por supuesto, la formación profesional de los guías de los grupos turísticos»