En caso de que el acuerdo de suspensión del tomate venza este martes ante la negativa de los productores estadounidenses, México buscará otros mecanismos para seguir con las negociaciones, afirmó la titular de la Secretaría de Economía (SE), Graciela Márquez Colín.
Ello a unas horas de que se cumplan 90 días del plazo para saber si Estados Unidos decide abandonar el convenio.
El plazo comenzó a correr desde el pasado 6 de febrero, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos notificó su intención de salirse del acuerdo que frenó, desde 1996, la investigación antidumping contra las exportaciones mexicanas hacia el otro lado de la frontera norte.
“Lo que estamos haciendo es un llamado para que continúe el trabajo pese a la suspensión del acuerdo”, respondió la funcionaria a Notimex, tras firmar un convenio de colaboración para impulsar la Mejora Regulatoria en la Ciudad de México.
“La suspensión del acuerdo no implica que no se siga negociando a futuro un nuevo acuerdo (o) nuevos términos del acuerdo y, en este caso, que los productores de tomate reciban propuestas para una nueva relación”.
Esta mañana, Márquez Colín estuvo en contacto con la embajadora de México en Washington, Martha Bárcena, y anticipó que se espera tener un pronunciamiento de los representantes del Departamento de Comercio de Estados Unidos al respecto.
De terminar mañana el acuerdo —que obligará a importadores a pagar una cuota compensatoria de 17.5 por ciento a partir del primer minuto del día 8 de mayo— habrá un impacto negativo en los anaqueles de los supermercados y repercutirá en el bolsillo de los consumidores del vecino país, remarcó la funcionaria federal.
La hortaliza mexicana tiene una participación de 90.1 por ciento en el mercado de Estados Unidos, de ahí que es principal destino de las exportaciones nacionales, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
“Nosotros vamos a empujar a que se siga trabajando en propuestas que los tomateros puedan estar respondiendo en distintos esquemas. Siempre hemos creído que ahí hay muchos grados de libertad para una negociación seria y de largo plazo para estar bajo el temor de los estudios (antidumpig)”.
Por su parte, el vicepresidente del Sistema Producto Tomate Nacional, Manuel Antonio Cazares Castro, manifestó su confianza en que mañana se pueda tener otra noticia para el sector, como ocurrió en 2013 que el acuerdo fue renovado cuando faltaban tres horas para concluir su vigencia.
En entrevista con Notimex, el dirigente dijo que desde el pasado 9 de abril, cuando la Secretaría de Economía (SE) anunció que intervendría en la negociación de la hortaliza, se sigue a la expectativa de tener una respuesta de los representantes de Estados Unidos.
“Toda la comisión de productores estamos esperando un llamado de nuestros abogados, quienes están en Washington, para ver que va a pasar”.
La posible cancelación del acuerdo de suspensión también pondría en riesgo a 400 mil empleos directos y un millón de indirectos que ofrece el sector productivo de la hortaliza roja.
Se estima que del campo mexicano son uno de cada dos tomates que consumen del otro lado de la frontera norte, lo que ha llevado a generar divisas hasta por dos mil millones de dólares anuales.