El Liverpool vivió una noche mágica en Anfield tras golear al Barcelona por 4-0, con dobletes de Divock Origi y Giorginio Wijnaldum, y remontar la ventaja de 3-0 que traía el equipo azulgrana en la ida de semifinales de Champions, por lo que se clasificó para la final del 1 de junio en Madrid.
El Liverpool, cuando no se había cumplido la hora de partido había logrado la proeza de igualar la eliminatoria, con los goles del belga Divock Origi (7) y un doblete en apenas dos minutos del holandés Giorginio Wijnaldum (54, 56), que había entrado tras el descanso en sustitución del lateral izquierdo escocés Andrew Robertson, que se había lesionado en el primer tiempo en un choque.
Y cuando el partido se dirigía hacia la prolongación, una jugada de pillería del lateral derecho del Liverpool, Trent Alexander-Arnold, en el minuto 79, dio el pase a la final al Liverpool.
Cuando la defensa del Barcelona estaba inexplicablemente descolocada y esperaba un lanzamiento de córner por alto, el lateral inglés lanzó raso el balón a Origi, que marcó el tanto de la clasificación.
El equipo inglés, que buscará su sexto título continental, conocerá el miércoles su rival en la final, tras el partido de vuelta del otro duelo de semifinales, que juegan el miércoles en Ámsterdam el Ajax y el Tottenham, con ventaja del equipo holandés, que se impuso por 1-0 en la ida en Londres.
El Liverpool, que jugaba sin sus dos estrellas, Mohamed Salah y Roberto Firmino, lesionados, se clasificó además a su segunda final consecutiva, tras caer el año pasado en Kiev contra el Real Madrid.
El Barcelona, por su parte, revivió los fantasmas del año pasado, cuando la Roma lo eliminó en cuartos de final, con una remontada similar a la sufrida este martes en Liverpool, cuando tras ganar por 4-1 en la ida en el Camp Nou, cayó en la capital italiana por 3-0.
Con esta derrota, el Barcelona pierde la posibilidad del soñado triplete, tras tener asegurado el título de la liga española, mientras que disputará la final de la Copa del Rey contra el Valencia.
Pero su mayor apuesta de la temporada era ganar un sexto título de Liga de Campeones que no llegará. (AFP)