Washington, 10 jul (Prensa Latina) Niños inmigrantes detenidos en la ciudad estadounidense de Yuma, Arizona, denunciaron abusos sexuales, represalias por protestas, y condiciones insalubres y de hacinamiento, difunde hoy la televisora NBC News.
El maltrato hacia los menores indocumentados a manos de agentes fronterizos se extiende más allá de reportes previos sobre centros de detención en Texas, para incluir esos problemas en Arizona, señaló el medio, que dijo haber obtenido informes recopilados por el propio Gobierno.
De acuerdo con la cadena, un adolescente guatemalteco de 16 años retenido en Yuma manifestó que él y otros se quejaron del sabor del agua y la comida que se les dio, y como represalia los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) sacaron las alfombras de sus celdas y los obligaron a dormir sobre concreto duro.
Asimismo, una menor hondureña de 15 años describió a un oficial grande y barbudo que le metió las manos en el sujetador, le bajó la ropa interior y la buscó a tientas como parte de lo que debía ser una palmada de rutina frente a otros inmigrantes y agentes.
La niña expresó que «se sentía avergonzada cuando el oficial hablaba en inglés con otros y se reía» durante todo el proceso, según un informe elaborado por administradores de casos del Gobierno.
Reportes anteriores de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional en los sectores de El Paso y Rio Grande Valley, en Texas, detallaron condiciones horrendas para niños y otros migrantes en instalaciones superpobladas donde no se les permitía ducharse, tener ropa limpia o un espacio para dormir.
Los informes del sector de la CBP de Yuma describen situaciones similares de hacinamiento e insalubridad, pero van más allá al hacer referencia a abusos y otras conductas indebidas por parte de los oficiales de la oficina, remarcó NBC.
En un comunicado compartido con la televisora, un portavoz sostuvo que la CBP trata a quienes están bajo su custodia con dignidad y respeto, y ofrece múltiples vías para informar cualquier denuncia. «Las acusaciones no se corresponden con la práctica común en nuestras instalaciones y serán investigadas en su totalidad».
La cadena subrayó que en casi 30 recuentos recopilados de abril a junio por el Departamento de Salud, el cual se encarga de la custodia de los menores cuando dejan los centros de la CBP, los niños que pasaron un tiempo en Yuma describieron repetidamente malos tratos no relacionados con el hacinamiento.
Indicaron, por ejemplo, que se les negó una llamada telefónica, que no se les ofreció una ducha, que durmieron en el concreto o en exteriores con solo una manta, y que se sentían hambrientos antes de la comida que les daban a las nueve de la noche.
Una niña dijo que a veces se quedaba con hambre porque la cena generalmente se servía después de esa hora y para entonces ya estaba dormida.