Washington, 16 jul (Prensa Latina) El centro de detención de menores migrantes indocumentados de Homestead, Florida, mantiene hoy mil 309 niños, en medio de constantes reclamos a favor de cerrar esas instalaciones en Estados Unidos.
Según reportes de prensa, voceros del Departamento de Salud y Servicios Humanos informaron que desde el pasado 3 de julio no se han admitido allí nuevos pequeños.
Con capacidad para unos tres mil 200 chicos, el sitio recibe críticas de activistas y legisladores demócratas, quienes exigen la reunificación de los niños y sus padres.
La congresista Debbie Wasserman se quejó ayer tras una visita al referido centro, junto a otros colegas, de que sus responsables no facilitaron información sobre el plan preventivo para la temporada ciclónica del océano Atlántico, del 1 de junio al 30 de noviembre.
Por su parte, decenas de personas pidieron en las afueras del lugar el fin de la estructura con estos fines, y denunciaron las políticas migratorias del presidente Donald Trump, fustigadas cada vez más dentro y fuera de territorio norteamericano.
Mediante carteles en los idiomas español e inglés se expusieron mensajes como «El asilo es un derecho humano» y «No están solos», divulgaron las informaciones periodísticas.
Hace cuatro días, miles de personas se congregaron por la noche en diferentes ciudades del país para exigir el cierre de los centros de detención de migrantes, cuyas pésimas condiciones también son fustigadas.
Los participantes en la acción, llamada Luces por la libertad: una vigilia para terminar con los campos de concentración de humanos, acudieron a los sitios de encuentros con velas, pancartas, consignas y cantos.
En esta capital, cientos de personas se concentraron en la Plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca, donde la congresista Norma Torres manifestó que no es suficiente decir que no se está de acuerdo con las injusticias que suceden en la frontera sur, «tenemos que organizarnos».
También el viernes pasado, la abogada de la Universidad de Columbia Elora Mukherjee criticó en el Capitolio estadounidense la atención a niños migrantes detenidos en la línea divisoria con México.
De acuerdo con las declaraciones de la letrada en una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, nunca antes había visto tal degradación y trato inhumano a los menores bajo custodia.
El Congreso debe actuar de inmediato para garantizar que los pequeños estén libres y con sus familias, opinó Mukherjee, quien visitó hace poco el centro de Clint, Texas.
Tal lugar fue blanco de denuncias divulgadas por medios de comunicación ante condiciones insalubres y la carencia de recursos y alimentos adecuados para los pequeños.