México, 17 jul (Prensa Latina) Los temblores que desde ayer tienen a los capitalinos nerviosos se deben a fallas geológicas, con lo cual se desmienten rumores de que se debían a trabajos de la línea 12 del Metro y extracción de agua en el acuífero.
En realidad se trata de microsismos en tanto y cuanto no han llegado a magnitud 3 como los casos de Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Chiapas donde han superado incluso la marca de 4,0, indicaron hoy expertos en geología.
Gerardo Suárez, del Instituto de Geofísica, explicó que los microsismos se han registrado a profundidades de tres kilómetros bajo la superficie de la Ciudad de México, mientras que el punto más profundo de la Línea 12 es de 40 metros.
La jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, pidió a sus connacionales no alarmarse ante los sismos de baja magnitud.
Sin embargo, es difícil contener la inquietud de las personas, sobre todo en las alcaldías más afectadas como Álvaro Obregón y Cuáuhtemoc porque la intensidad ha sido fuerte a pesar de todo y se han percibido más que en otras ocasiones en las que la magnitud ha sido similar.
Es posible que ello se deba a que el epicentro se ha establecido debajo de la ciudad y no ha sido tan profundo.
El centro capitalino es un antiguo territorio de lagos, lagunas, ríos y canales que se fueron secando con el tiempo en relativamente pocos años. Incluso los canales de Xochimilco llegaban antiguamente hasta el zócalo de Ciudad de México. Sheinbaum dijo que era necesario informarle a la población que los temblores no se debían a los trabajos mencionados, sino a fallas geológicas activas que existen en esta franja volcánica.
Ante algunas quejas y preocupaciones de la población, la mandataria explicó que se necesitan instalar 20 estaciones, entre acelerógrafos y sismógrafos, con un costo cada uno de 500 mil pesos (unos 30 mil dólares), para monitorear los movimientos y vibraciones de la tierra en la zona poniente de la ciudad.