Yeidckol Polevnsky y su instrumento inquisitorial, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA, no sólo me eliminaron del padrón de militantes de MORENA en el INE, sino que tampoco me han notificado debidamente ni me han restituido mis derechos políticos, declaró Alejandro Rojas Díaz Durán, Senador suplente del Senado de la República.
Es una triquiñuela y chicanada jurídica la que me quieren hacer, para evitar que participe como candidato a la Presidencia Nacional de MORENA.
Dicha ilegalidad suprime mis derechos políticos y ciudadanos, atenta contra la democracia y es una señal más de la intolerancia, el sectarismo y la antidemocracia de la Nomenclatura que hoy dirige MORENA en todos sus niveles.
No sólo me «rasuraron» del padrón, sino que no me han restituido mis derechos políticos y partidistas para evitar que me registre en tiempo y forma como candidato a la Presidencia Nacional de Morena y quieren impedir que prospere mi solicitud ante los tribunales para que todos los lopezobradoristas tengan el derecho de participar en la renovación de todos los cargos dirigentes.
Lo más grave, es que no sólo a mí me han rasurado: tienen conculados sus derechos políticos y partidistas a cerca de 7 millones de morenistas que no se encuentran en ningún padrón de militantes y que ingenuamente están en espera de su credencial de MORENA, para ejercer sus derecho de votar y ser votados en la próxima renovación de dirigentes.
Acudiré ante el INE para solicitar ser de nueva cuenta incluido en el padrón de militantes, en el cual aparecía hasta que me sancionaron, pero que Yeidckol Polevnsky y la Nomenclatura que la acompaña, decidieron darme de baja de dicho padrón de militantes, porque ya me daban por expulsado del movimiento por denunciar su pésima conducción política y los desastrosos resultados electorales.
La cúpula de MORENA mantiene cerradas las puertas del registro ante el INE de más de 7 millones de morenistas que no los han dado de alta, por lo que insistiré en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que sean incluidos en el padrón de MORENA, a fin de que todos participemos en una contienda democrática.
No entienden que el repliegue y la cerrazón de MORENA ha sido muy costosa para la 4T, en donde este año hemos perdido más de 3 millones de votos en donde se celebraron elecciones, es decir, perdimos el 65% de nuestra base electoral.
Su nula visión política, su estrecho criterio y sus pretensiones reeleccionistas en Baja California, están poniendo en riesgo la continuidad del Proyecto de Nación y de la 4T, que puede llevar a MORENA a perder la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que sería desastroso para el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La Nomenclatura y los dirigentes de MORENA, están más preocupados en continuar con su concurso de «cargadas» con olor a PRI, que por abrir los cauces y la participación democrática de todos los que participamos en el movimiento y de abanderar las causas de la gente y coadyuvar a que la 4T se despliegue organizada y coordinadamente entre la sociedad mexicana en los rincones del país.
No se dan cuenta de que ya hay malestar social, crece la inconformidad ciudadana; no avanzamos en varios frentes, como el que fluya eficazmente la inversión social ni las obras de infraestructura ni el gasto programable; la economía de las familias no está mejorando; el crecimiento económico prometido está en entredicho, con las funestas consecuencias que tendrá en la generación de empleos y en la calidad de vida de millones de mexicanos, así como el probable achicamiento del mercado de consumo, que puede ensanchar la desigualdad y la pobreza e ingresar en una fase recesiva que deteriorará aún más el salario de los trabajadores y generará tensiones sociales innecesarias.
Tenemos que ponernos las pilas, porque los intereses que están bloqueando a la 4T están muy enraizados en una coalición compacta que está haciendo todo lo posible para que fracasemos en el corto plazo.
MORENA tiene que ser la punta de lanza para ir desmantelando en todos los órdenes el viejo régimen, que amalgamó el poder político con el poder económico y que hoy están ofreciendo una resistencia enorme al Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hoy MORENA en vez de ser la vanguardia del Gobierno de la República, es el cabús de la 4T.
En MORENA tampoco hemos sido interlocutores eficaces de las demandas de los distintos sectores sociales que están entrando en un desánimo y, mucho menos, hemos contribuido a una verdadera reconciliación nacional y disminuido la polarización política, para orientar propositiva y constructivamente las decisiones del Gobierno de la República.
Para eso debiera estar sirviendo MORENA a la sociedad y a los más de 30 millones que confiaron en nosotros, y no sólo en estar ciega, sorda y muda ante la realidad que nos puede despabilar de manera rotunda en un fracaso electoral en en 2021, si no nos colocamos a la altura de la circunstancia histórica que nos ha conferido el pueblo de México.
Si no retomamos el rumbo a la brevedad, la gente nos dará la espalda en el futuro próximo por ignorarla en el presente.
Es tiempo de los dirigentes de MORENA sean responsables.
Por una Morena democrática.