Londres, 29 jul (Prensa Latina) El primer ministro británico, Boris Johnson, llamó hoy a los mandatarios de los 28 países miembros de la Unión Europea (UE) a abandonar su oposición a renegociar la salida del Reino Unido del bloque comunitario.
Mientras la libra esterlina se hundía por la preocupación que genera un Brexit «duro», Jonnson, que asumió la semana pasada, insiste en abandonar de todos modos la UE el 31 de octubre, con o sin compromiso.
El también líder del Partido Conservador pretende cambiar los términos del acuerdo de retirada alcanzados por su antecesora Theresa May, pero la jefatura europea ha afirmado que no reabrirá las negociaciones.
«El acuerdo de retirada está muerto», dijo el Premier británico a la prensa en su primera visita a Escocia.
«Estoy confiado en que tendremos un acuerdo, pero también es correcto prepararnos para un no acuerdo», agregó.
Hasta el momento no se ha anunciado ninguna visita de Johnson a las capitales de la UE, y su vocera indicó que no viajaría hasta que los 28 no cambien su postura.
«Por supuesto quiere reunirse con los líderes de la UE y negociar, pero no para que lo sienten y le digan que no pueden reabrir el acuerdo de retirada», explicó.
La Confederación de Industria Británica (CBI), el grupo empresarial más importante del país, señaló que las compañías necesitan tener un «plan de emergencia» ante la creciente posibilidad de que no haya acuerdo.
Hoy la libra británica perdió cerca del uno por ciento de su valor frente al dólar, por primera desde marzo, a un nivel que no alcanzaba desde hace dos año y medio.
Un informe de la CBI advierte que tanto Reino Unido como la UE no están preparados para un Brexit sin acuerdo e insta a los empresarios a preparar planes de contingencia.
La jefa del grupo para las negociaciones con la UE, Nicole Sykes, publicó en su cuenta de la red social Twitter que una salida sin acuerdo es como «poner bolsas de arena para una inundación».
El centro de estudios políticos «Instituto para el Gobierno» advirtió también que un Brexit sin acuerdo «dominaría» al Ejecutivo durante años, dejando poco espacio para otras prioridades domésticas subrayadas por Johnson como salud, educación y transporte.
Indicó que esa situación colocaría al Reino Unido, que incluye a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, «bajo una presión sin precedentes».