México, 11 ago (Prensa Latina) Un llamado a enfrentar y eliminar totalmente el viejo régimen social neoliberal, hizo hoy Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, al advertir que este sigue «vivito y coleando».
La advertencia fue hecha en respuesta a algunos críticos de la Cuarta Transformación a los esfuerzos del gobierno por esclarecer el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que Encinas investiga.
De la solución de este caso dependerá en mucho el rumbo que tome el país, dijo el funcionario. Es necesario conocer la verdad -señaló- dejar atrás al viejo régimen priísta, acabar con el pasado del país y emprender un nuevo rumbo.
México vive una crisis humanitaria y de violación a los derechos humanos de la que tenemos que salir. Es una responsabilidad del Estado hacerlo. Ayotzinapa será el punto de partida para lograrlo, afirmó el subsecretario.
Los familiares de los jóvenes esperan que el nuevo gobierno no vaya a hacer con la creación de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, lo mismo que hizo Enrique Peña Nieto cuando firmó la minuta mientras se burlaba de nosotros, dijo un familiar al que llaman Don Jorge.
Queremos un poquito de avance. Tenemos allí a Tomás Zerón, responsable de parte de nuestro sufrimiento. Sabemos que se está trabajando. Pero ya pasaron ocho meses. Queremos algo que dé confianza, expresó.
En una sesión previa del foro Palabras de vida, caminos de esperanza para celebrar los 25 años de la fundación del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, la jurista guatemalteca Claudia Paz y Pax, investigadora y muy querida por los familiares de los 43, dijo que en Ayotzinapa hubo una clara obstrucción a la justicia por parte del Estado.
No fue un problema municipal. Los militares estuvieron presentes. Los expertos se toparon allí con una relación casi de maridaje entre las fuerzas de seguridad, las de investigación, con el narcotráfico, acotó.
Por su parte, Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recordó que la militarización en Guerrero tiene una historia larga.