Washington, 12 ago (Prensa Latina) Investigadores de la Universidad Thomas Jefferson demostraron que el humo del cigarrillo reprograma y hace más agresivas las células del cáncer de cabeza y cuello, publica hoy la revista Molecular Cancer Research.
De acuerdo con el estudio, ese proceso se da en particular en ese tipo de cáncer, el sexto tipo más frecuente en el mundo, ya que el tabaco cambia y acelera el metabolismo de las células haciéndolo más eficiente como ecosistema para promover su crecimiento.
Ese tipo de carcinoma surge en la capa externa de la piel y las membranas mucosas de la boca, la nariz y la garganta, por lo que la investigación realizada demostró que más de la mitad de las células de los tumores son de apoyo y crean lo que los científicos llaman el estroma tumoral.
El tipo de célula más común en el estroma tumoral son los fibroblastos, que ayudan a mantener la arquitectura de los tejidos, en tanto las interacciones entre los fibroblastos y las células cancerosas promueven el crecimiento del tumor.
Agrega el estudio que las células cancerosas utilizan productos metabólicos generados por los fibroblastos circundantes para obtener energía y estimular su crecimiento.
«Ahí es donde los tumores son más agresivos», puntualizó Ubaldo Martinez-Outschoorn, autor principal de la investigación.
Sabiendo que el humo del cigarrillo es el factor de riesgo más fuerte para este tipo de cáncer, los investigadores se plantearon entender mejor cómo cambia el metabolismo de las diferentes células del tumor, concluyendo que los fibroblastos expuestos al tabaco aumentaron un tipo particular de metabolismo que estimula su crecimiento.
Martinez-Outschoorn afirmó que este descubrimiento sienta las bases de un futuro ensayo clínico en el que esperan apagar el estado metabólico negativo inducido por el humo del cigarrillo.
Para ello el estudio sugiere combinar metformina, un medicamento aprobado para la diabetes, y dirigirlo al metabolismo alterado de las células cancerosas, con una inmunoterapia también aprobada llamada durvalumab.
Los resultados de esta investigación coinciden con anteriores estudios que afirman que el tabaco puede estar detrás del 60 por ciento de los fallecimientos por cáncer, y que su consumo se relaciona con la aparición de ocho tumores que suelen tener más capacidad de mutar y son los más resistentes a cualquier tratamiento.