Beijing, 28 sep (Prensa Latina) Hong Kong (sur de China) siguió hoy bajo el asedio de las protestas violentas registradas durante 17 fines de semana consecutivos y causantes de la parálisis de uno de los principales centros financieros del mundo.
La policía informó del bloqueo hace unas pocas horas de las avenidas cercanas al cuartel del Ejército Popular de Liberación, como se denomina a las fuerzas armadas del país.
Tras lanzar varias advertencias para el cese de los actos ilegales, desplegó sus comandos para despejar la zona y reanudar el tráfico en el lugar.
Más temprano grupos de radicales enmascarados dañaron la fachada del complejo que alberga las oficinas del Gobierno central de China luego de una marcha pacífica realizada en el centro del territorio sureño.
Otros reportes dan cuenta del lanzamiento de bombas Molotov y la ubicación de barricadas, lo cual motivó una respuesta de unidades antidisturbios.
Para mañana, el lunes y los próximos días están planificadas más protestas, aunque no tienen autorización.
Las autoridades locales y del Gobierno central de China repudian la continuidad de los disturbios y actos de vandalismo a la propiedad pública, al denunciar que ponen en peligro la seguridad de otros ciudadanos y la estabilidad de la región administrativa especial.
El Ejecutivo de Hong Kong sepultó este mes la ley de extradición detonante de la crisis en un esfuerzo por poner coto a la violencia, allanar el camino a las consultas con todos los sectores de la sociedad y revertir el escenario negativo.
Según reconoció la misma líder de la región, Carrie Lam, con el descontento salieron a flote muchas problemáticas políticas, económicas y sociales como los altos precios de las viviendas, la distribución de la riqueza y oportunidades al público de opinar sobre las decisiones estatales, entre otras.
Es por ello que la dirigente se comprometió a acudir en persona a las comunidades junto a los demás miembros de su gabinete para entablar el diálogo sincero y transparente con las masas.
Asimismo aprobó nuevos incentivos financieros, pero sobre todo se propone acortar la distancia con la juventud y ciudadanos con distintas posturas políticas, pues lo considera indispensable en la salvación de un sitio referente de la economía mundial.