Por primera vez en 30 años, el proceso de sucesión en la Rectoría de la UNAM generó escasa participación de académicos ante la Junta de Gobierno, pues solo tres levantaron la mano de manera oficial, a unas horas de cerrar el registro de aspirantes.
Se trata de los académicos Enrique Graue, Angélica Cuéllar y Pedro Salazar.
Comparado con años anteriores y en medio de crisis internas, hasta 60 universitarios expresaban su interés por participar en el proceso de elección.