México no aprobará la llegada de cinco agregados laborales estadounidenses cuyas funciones vayan más allá de las disposiciones legales y tratados internacionales, sentenció el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
En medio de la polémica por las llamadas letras chiquitas del T-MEC, el funcionario federal sostuvo que esta figura todavía no ha sido autorizada por el Congreso de Estados Unidos y que se trata de una política interna que no forma parte del tratado, pero que debió consultarse por cortesía política.
“Los agregados no tienen potestades para ir a ningún establecimiento ni pueden sustituir ni hacer nada que no les autorice el gobierno anfitrión, pueden hablarle a la Secretaría del Trabajo a través de la cancillería. Jamás ha mentido Jesús, Jesús es una gente que todos los días nos ha dicho exactamente lo que esta pasando, y porque es todavía más relevante pues porque los agregados los autoriza México, ese es el fondo”.
El canciller advirtió que si Estados Unidos no modifica esa parte de los anexos, México tampoco consultará la forma de implementación de las políticas para atender la discriminación en el vecino país.