Santiago de Chile, 6 ene (Prensa latina) Manifestaciones, ocupación de escuelas y hasta enfrentamientos entre carabineros y estudiantes fue el balance del primer día de la aplicación de las pruebas de selección universitaria (PSU) para el ingreso a la educación superior.
A consecuencia de los disturbios, que comenzaron temprano en la mañana, el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), suspendió los exámenes de hoy y mañana en por lo menos 67 locales donde se realizaron protestas.
Las movilizaciones fueron convocadas por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Chile (Aces), que rechazan esa evaluación por considerar que profundiza las desigualdades.
En conferencia de prensa esta tarde, el vocero de la ACES, Víctor Chanfreau, llamó a continuar mañana las movilizaciones y señaló que esta jornada fue un éxito porque lograron que en más de 80 colegios se suspendiera la PSU.
Recordó que desde diciembre se pidió a las autoridades aplicar otro método más equitativo, pero no hubo respuesta, y puntualizó que se necesitan cambios profundos en el sistema educacional, en el modelo y en el método de ingreso a la enseñanza superior».
El dirigente estudiantil Insistió en que «la movilización no es contra los compañeros que optaron por realizar las pruebas, pero consideró que «el bien común va primero que los intereses individuales».
Desde el palacio de La Moneda, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, informó que al menos 81 personas fueron detenidas por la mañana en distintas ciudades por «desórdenes, daños y usurpación no violenta» durante las protestas.
Por su parte, el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, informó que el 10 por ciento de los más de 297 mil estudiantes convocados al examen no pudieron realizarlo por la decisión del Demre de suspenderlo en más de medio centenar de centros.
Significativamente, muchos alumnos entrevistados por medios televisivos declararon haber asistido a las pruebas pero al mismo tiempo señalaron su apoyo a las manifestaciones y el rechazo a este tipo de evaluación a la que están obligados para poder acceder a las universidades.
Camilo Sánchez, presidente de las Juventudes Comunistas, señaló que debe terminar la aplicación de «filtros» para ingresar a la enseñanza superior, pues mientras haya tantas desigualdades en el sistema educativo, «siempre va a ser injusto cualquier mecanismo que haga competir a estudiantes que no estén en las mismas condiciones».
Asimismo hizo un llamado al parlamento a legislar con celeridad para que esta «sea la última PSU de la historia» y subrayó que «los talentos están equitativamente repartidos en la población, pero la riqueza no, y la PSU termina siendo un reflejo solo de esto último».