Caracas, 11 dic (Prensa Latina) Los toma y daca de la oposición en el seno de la Asamblea Nacional (AN) en desacato y los shows mediático del diputado Juan Guaidó signaron la semana que culmina hoy en Venezuela.
Las recientes declaraciones del protector del Táchira, Fredy Bernal, cuando señaló, «la oposición convirtió Parlamento en un circo, con payaso incluido», es la mejor descripción del panorama que muestra ese ente.
Tras cuatro años de complot, conspiración, sabotaje y destrucción, la derecha, aseguró el presidente, Nicolás Maduro, acabó con una de las instituciones más útiles y prestigiosa del país.
Contradicciones internas, fraudes y acusaciones mutuas, entre otras marcaron las relaciones entre los parlamentarios opositores durante este periodo.
Pero todo llegó al paroxismo el pasado 5 de enero cuando en medio de divisiones y amenazas de Washington inicia el proceso para la elección de la nueva directiva.
El cual se convirtió en un espectáculo digno de la peor tragicomedia tras los intentos de boicot de Guaidó y su camarilla.
La llegada casi tres horas después del horario establecido para iniciar la sesión, el intento de entrar a parlamentarios inhabilitados, el acto de malabares del diputado brincando una cerca para penetrar a la sede.
Unido a la no aceptación de la nueva junta y la segunda autoproclamación de un Parlamento virtual, fueron las escenas del primer episodio de aquel espectáculo.
El día 7 de enero se juramenta la nueva directiva presidida por Luis Parra (opositor) y elegida de acuerdo a lo que establece el Reglamento de Interior y Debate, documento legal que rige el funcionamiento de la Asamblea.
Tras debatirse y aprobarse varios acuerdos se cerró la sesión, y mientras los diputados abandonaban el recinto, inició el segundo acto del show cuando Guaidó y sus seguidores penetraron nuevamente a la fuerza.
En su arremetida agredieron y lesionaron a cuatro mujeres militares y atacaron a periodistas de medios que no siguen la línea del discurso político de la Casa Blanca.
Todo ello con el apoyo tácito de varias agencias extranjeras y medios de prensa nacionales, quienes se hicieron eco de esos espectáculos con la intención de dar una imagen distorsionada de lo que sucede en el país.
En tanto los diputados del Bloque de la Patria, integrado por las fuerzas de izquierda reconocen a la nueva, condenan los hechos y reiteran además su compromiso de garantizar la paz para los venezolanos.
Tras esos hechos el jefe de Estado señaló, que la extrema derecha hundió y destrozó al Parlamento.
«¿Podemos esperar algo bueno de ellos? ¿Podemos esperar que ellos atiendan el problema del país? Ellos hundieron la Asamblea Nacional, allá ellos con sus peleas y nosotros con nuestro trabajo constructivo diario», recalcó.
Mientras varios altos dirigentes, entre ellos el propio mandatario reafirman que las fuerzas revolucionarias y de izquierda nada tienen que ver con eso con esos conflictos y enfrentamientos.
Por su parte el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, aseguró que las contradicciones de la oposición en el seno de la AN no influirán, ni detendrá la vida del país.
«Legislaremos en el país, hasta tanto el Parlamento salga del estatus de desacato en que se encuentra desde 2016 por actuar al margen de los restantes poderes», subrayó,
En medio de una crisis de credibilidad y pérdida de prestigio, la derecha venezolana intenta mantener la única institución en la cual aún conservan algo de poder.
El gobierno, por su parte, apuesta por trabajar en pos de ganar la mayoría de los puestos de cara a las elecciones parlamentarias.
«Este año habrá elecciones, el pueblo rescatará la Asamblea Nacional (AN) con votos para la paz, para el trabajo, a prepararse, ya basta, todos estos años haciéndole daño al país», expresó hace apenas unos días el mandatario.
Mientras la Casa Blanca apuesta aún por el autoproclamado y gasta millones de pesos, según declaraciones de sus funcionarios, en periodistas y medios para construirle una imagen mediática.
Pero la verdad muy poco le queda por mostrar u ofrecer al diputado opositor Juan Guidó cuya carrera va cuesta abajo.