El joven quarterback, Patrick Mahomes, fue la figura reluciente de la Super Bowl, generó impacto en una de las noches más importantes del deporte americano e hizo campeón a su equipo, Kansas City Chiefs.
Patrick Mahomes confirmó su cartel de gran estrella, el del quarterback que ha llegado para ser el relevo de Tom Brady. Su MVP en la final se une al premio de Mejor Jugador Ofensivo y MVP de la temporada, ambos conseguidos en 2018.
Su próximo contrato hará gala de la calidad que atesora y de las expectativas puestas en él. Puede convertirse en el jugador mejor pagado de la historia, superando los 200 millones de dólares cuando firme su próximo acuerdo. Eso sí, de momento se embolsa 4,5 millones, una cifra nada despreciable pero lejos de su nivel.
Sus registros ya han marcado historia. Es el jugador más joven en haber ganado el MVP de la temporada y de la Super Bowl a sus 24 años y 138 días.
Los 50 años de ausencia en una Super Bowl era la segunda mayor en la historia de la NFL solo superados por los 51 de los Jets de Nueva York y los Lions de Detroit, que en sus 54 temporadas de existencia no lo han jugado nunca.
El veterano entrenador en jefe de los Chiefs, Andy Reid, con 21 temporadas en la NFL, ganó este domingo su primer título de Super Bowl después de haberlo disputado también con los Eagles de Filadelfia en la edición XXXIX, de 2004, que perdieron.
Reid es uno de los siete entrenadores en jefe de la NFL que ha conseguido llegar a la Super Bowl con dos equipos diferentes para unirse a Don Shula (Baltimore y Miami), Bill Parcells (New York Giants y New England), Dan Reeves (Denver y Atlanta), Dick Vermeil (Philadelphia y St. Louis), Mike Holmgren (Green Bay y Seattle) y John Fox (Carolina y Denver).
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