Tegucigalpa, 4 feb (Prensa Latina) Cada 23 horas una mujer pierde la vida de manera violenta en Honduras, señaló hoy la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma, Migdonia Ayestas.
En el primer mes de 2020, hubo más de 31 víctimas, y el 55 por ciento fue a manos de sus compañeros o parejas sentimentales, precisó la investigadora, citada por el medio Proceso Digital.
Ayestas explicó que el hecho de ser los feminicidios cometidos por la pareja sentimental demuestra la «conducta androcéntrica», es decir, que el hombre se cree el centro del universo, del mundo y de la familia.
«El país urge de una cultura de paz y evitar que los menores tengan el pensamiento de que los hombres mandan para que las mujeres sean asesinadas si no les obedecen», consideró la docente.
Lamentó que las mujeres perdieran la vida por una discusión o negarse a establecer una relación sentimental.
«A través de la educación, el Estado debe enseñarle a los niños el significado de la violencia y cómo no ser violento, también, enseñarles que los niños y niñas son iguales y a los padres a ser el ejemplo de la no violencia, no vetar, no hablar palabras soeces», sugirió Ayestas.
En 2019 se registraron 390 feminicidios en el país, y en la última década, casi cinco mil mujeres murieron de forma violenta; el 2013 fue el año más funesto con 636 crímenes de ese tipo, según cifras oficiales.
Otros datos señalan la incidencia en ese fenómeno de las escasas oportunidades de empleo en el país, pues para muchas mujeres el esposo es un insustituible recurso de vida, situación ligada a centurias de sumisión.
El salario promedio de las que logran trabajar representa aproximadamente el 67 por ciento frente al devengado por los ellos en iguales condiciones laborales, capacidad y experiencia profesional.
Las féminas representan poco más de la mitad de los nueve millones de habitantes de Honduras.