Londres, 8 feb (Prensa Latina) El 42 por ciento de los británicos cree que el Reino Unido será incapaz de negociar un nuevo un pacto comercial con la Unión Europea (UE) antes del 31 de diciembre próximo, según un sondeo divulgado hoy.
Esa opinión negativa contrasta con la del 40 por ciento que dijo confiar en la capacidad del primer ministro conservador, Boris Johnson, para conseguir el pacto que regirá las relaciones comerciales entre Londres y Bruselas después que concluya el periodo de transición post-Brexit.
El estudio de la firma BMG para el diario The Independent da cuenta además de que la mayoría de los entrevistados cree que la ruptura con la UE, que se hizo efectiva el 31 de enero pasado, dañará la economía británica, la influencia del país a nivel internacional y la fortaleza de la Unión británica.
Llama la atención, sin embargo, que el 52 por ciento dijo que prefería mantenerse fuera del bloque, mientras que el 48 por ciento se pronunció a favor de seguir siendo parte del mismo. Ambas cifras son idénticas a las que arrojó el referendo del Brexit de 2016.
El gobernante Partido Conservador, que logró una abrumadora victoria en las elecciones generales de diciembre pasado, también mantiene una cómoda ventaja sobre el resto de las fuerzas opositoras, con un 41 por ciento de apoyo, por 29 para los laboristas, y un 11 por ciento para los liberales demócratas.
El estudio señala además que el 53 por ciento de las mil 503 personas entrevistadas esta semana respaldó la gestión de Johnson, mientras que el 47 por ciento opinó lo contrario.
La semana pasada, el Reino Unido abandonó la UE después de casi medio siglo de matrimonio. En virtud del acuerdo negociado por Johnson con sus pares europeos, Londres y Bruselas tendrán hasta el 31 de diciembre de este año para negociar los términos de su futura relación comercial.
Durante el llamado periodo de transición muy pocas cambiarán para las ahora exaliados, pues el Reino Unido continuará pagando sus cuotas, el libre movimiento de personas desde y hacia el continente seguirá en vigor, y las licencias de conducción todavía serán válidas a ambos lados del canal de La Mancha, al igual que las pólizas de seguro médico.
Los únicos indicios visibles del divorcio son las sillas vacías de los parlamentarios británicos en la Eurocámara, la ausencia de los representantes del Reino Unido en las cumbres europeas, y el cierre del departamento del Brexit creado después del referendo de 2016.
De no conseguir firmar un acuerdo comercial libre de aranceles y tarifas en los próximos 11 meses, algo que Bruselas ve muy difícil debido al escaso tiempo disponible, Londres tendrá que regirse por las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio a la hora de hacer negocios con el bloque europeo.