Washington, 21 feb (Prensa Latina) El presidente Donald Trump participará hoy en un mitin de campaña en el condado de Clark, el más poblado del estado de Nevada, donde hace cuatro años ganó la aspirante demócrata Hillary Clinton.
Los aliados de la Casa Blanca reconocen que Trump probablemente se enfrente a una batalla cuesta arriba en su intento de ganar Nevada, donde los de la fuerza azul (color que identifica a los demócratas) obtuvieron la victoria en tres elecciones presidenciales consecutivas.
«Nadie tiene la impresión de que Nevada sea una elección fácil. Pero contamos con los recursos para ponerlo en juego, así que ¿por qué no lo haríamos?», dijo un asesor de la campaña de Trump.
La reunión proselitista en la ciudad de Las Vegas -ubicada dentro del condado de Clark- llega el día antes de los caucus en el llamado Estado de la Plata.
Trump celebró mítines en Des Moines antes de las primeras asambleas electorales de Iowa y en Manchester antes de las primeras primarias celebradas en New Hampshire, en lo que se considera una especie de movimientos adelantados para robar la atención de los medios de prensa.
Su campaña también puso un anuncio a color de página entera en el Las Vegas Review-Journal el miércoles, el día del debate presidencial demócrata allí.
Clinton se alzó con la victoria en Nevada con el 47,9 por ciento de los votos, mientras Trump logró el 45,5 por ciento del respaldo electoralen 2016.
Aunque el republicano perdió y una ola azul reclamó además todos los escaños estatales menos uno en 2018, el gobernante dijo más de una vez que puede darle la vuelta a Nevada.
Sin embargo, la representante demócrata Dina Titus, decana del Congreso de Nevada, advirtió a la prensa local que el presidente «no tiene ninguna posibilidad» de ganar allí.
A propósito, los propios medios reportaron con cierta suspicacia que la Casa Blanca no revela nunca dónde pasa la noche el mandatario, pero se alojó en el hotel Trump International durante sus viajes anteriores a Las Vegas.
Los mítines de la campaña de Trump en las próximas dos semanas lo llevarán a Arizona, Colorado y Carolina del Norte, un trío de estados que tiene senadores republicanos vulnerables.